Ahora más que nunca los restaurantes necesitan de nosotros, para seguir viviendo y deleitándonos con todos esos sabores que han afilado nuestro paladar.Siguiendo con el movimiento #QuedateEnCasa, decidí volver a un favorito que tenía en el cajón y en el que he tenido la fortuna de estar y deleitarme un par de veces. Sí, este restaurante que en principio no parece, porque no tiene tantas mesas, pero cuyo servicio y atención es excelente. Hablo de Enrique Tomás, un negocio español que queda en el tercer piso de Landmark y que vende jamón ibérico de primera calidad y sabor. En un principio uno piensa que es un expendio solamente, pero te invitan a ver la carta y sentarte (a mí me sucedió) y te llevas una grata sorpresa, en la comida y en su bar.Hicimos un pedido y pasamos por él directo al restaurante ya que estaría por el rumbo y nada me costaba hacerlo; aunque también se puede solicitar por Rappi y Uber Eats. De entrada pedimos unos montaditos de viruta $135, que es la parte que queda de la pata de jamón en donde ya no se puede sacar un buen corte, lo congelan y rebanan muy delgado y lo hacen arenita, que con el pan con tomate y un poco de eso, te hace recordar cuando eras niño y probaste por primera vez el chocolate, es una morusa llena de sabor que con el tomate logra atraparte para siempre; ojo éste no está en menú, pero pídelo no te arrepentirás.Ordenamos, y es a lo que realmente iba, la hamburguesa de secreto ibérico $230, es de 250 gramos de carne del mismo cerdo al que le quitaron las patas para el jamón ibérico, y tiene un delicado sabor único, ligero y profundo, con un pan muy suave (¡cuántas veces el pan tira por la borda una buena carne!) y se acompaña con patatas en corte cubo muy crocantes por fuera y suaves por dentro; seguro las sacan a la mitad de fritura, las dejan perder temperatura un minuto para volver a dar el acabado en la freidora.Me di cuenta que ofrecen paella y siendo un amante de este platillo pedí una orden, es mediterránea de mariscos $195. Lleva camarones, mejillones y almeja y un arroz con mucho sabor y de muy buen color, son 400 gramos, ideal para compartir.Por último y queriendo probar algo nuevo, nos decidimos por un Serranito $250, que es un panini con jamón ibérico, lomo y pimientos; lo acompañan con alioli y aderezo de las papas bravas (que también ofrecen) tiene un centro suave y jugoso desde el primer bocado, para encontrar las texturas y sabores que llegan de manera inesperada y se atesoran para siempre deleitarnos.Quiero comentarles que los tiempos están para disfrutar a la familia, a tu pareja con un buen tinto ya que todo ese remolino llamado hijos, están en cama durmiendo. Y Enrique Tomás tiene el mejor jamón ibérico de la ciudad. Cuenta con tres tipos: ibérico de campo (que es el mismo jabugo, pero cuando no es temporada de bellota), el de bellota y jabugo, en presentaciones pequeñas ya empaquetado o bien si lo prefieres cortado a momento.PD: Pregunten por el pulpo a la gallega y pídanlo con papas Saratoga.¡Sé feliz!.NR