La escritora mexicana Margo Glantz advirtió que ante el exceso de información en las redes sociales, el usuario pierde la capacidad de jerarquizar y como consecuencia todo tiene "el mismo nivel de importancia". Entrevistada al final de su presentación en la Universidad de Toronto, titulada "¿Por qué escribo? Escritura, transgresión, intervención", la escritora, traductora y académica se mostró alarmada por el uso de las redes sociales al más alto nivel. "El problema con tanta información en las redes sociales es que se pierde la capacidad de jerarquizar, porque lo mismo lee sobre el vestido rojo de la reina Letizia que sobre la amenaza de una guerra nuclear. Todo acaba teniendo el mismo nivel de importancia, eso es gravísimo". "¿Cómo es posible que después de (Benito) Musolini y (Adolfo) Hitler estemos viendo algo similar con (Donald) Trump y (Vladimir) Putin, creo que las redes sociales están ayudando a eso", señaló la novelista mexicana, de 87 años. Consideró que las redes sociales son "un arma de doble filo" y citó los recientes casos de la "intervención de Rusia en las elecciones de Estados Unidos", la declaración de independencia de Cataluña y el Brexit como hechos en los que el uso de estas redes ha sido crucial. Al referirse a la manipulación política en estos medios recordó: "recientemente leí que de los 23 millones de seguidores que tiene Trump la mitad son personas falsas o 'troles' y eso ayudó mucho a que ganara las elecciones". Se dijo gustosa de utilizar la red social Twitter "por ser un medio relevante políticamente y como escritora, porque siempre me ha gustado el desafío del 'fragmento', que siempre he masticado desde que comencé a escribir". En tono de broma dijo que prefería un Twitter de 140 caracteres, por ser conciso, porque el de ahora con 280 caracteres "ya es novela". Aun así señaló que el Twitter ha transformado nuestra forma de escribir y pensar. Sobre el Facebook, señaló que es una red que "ha saltado a un grado pavoroso el narcisismo individual cada vez más banal, con post como 'hoy me levanté en la mañana y tomé café', 'hoy le di de comer a mi perro', como un espejo colectivo multifacético en donde cada quien siente que su ego se está escuchando'. Con que la gente diga o reciba un 'me gusta' ya se siente exaltada". "Estas expresiones son una salida de una serie de funciones que no se tenían antes, a menos que fuera uno con un psicoanalista", afirmó irónicamente la autora que ha sido galardonada con los premios Xavier Villaurrutia y Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros.La autora de "Yo también me acuerdo", se refirió a las opciones en las redes sociales, como Facebook, que sugiere al usuario qué hacer, "o sea que todo se está digiriendo desde las redes para que la gente cada vez piense menos y eso es muy grave". Margo Glantz, quien ya había venido a ciudades como Montreal y Ottawa, vino a dar una conferencia en el Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Toronto, a iniciativa del Instituto para el Intercambio Creativo (ICE Américas), con el apoyo del consulado mexicano en Toronto. Durante su presentación hizo lo que ella llamó una "autopsia literaria de su obra": "les hablaré de mi propia genealogía literaria, no es por soberbia, perdón, sino por necesidad". Se refirió también a su inclinación por escribir sobre el cuerpo humano, ya sea una figura erótica o un ente atrapado en una enfermedad. Consultada sobre la influencia de los intelectuales en la actualidad política que vive México rumbo a las elecciones de 2018, Glantz dijo que anteriormente tenían más influencia -"cuando hablaba Octavio Paz o Carlos Fuentes todo mundo los oía"-, pero el problema es que muchos ya se nos fueron, como Carlos Monsiváis y Luis Villoro. Margo Glantz se encuentra también en Toronto para impartir un taller de tres días de literatura y creatividad en el estudio del ICE Américas, como parte de una serie de residencias de creativos mexicanos, en la que han participado este año el escritor Mario Bellatin y el artista plástico Gustavo Artigas.