Conocido en toda la república y el extranjero como cantante, compositor, promotor –en especial de las lenguas indígenas de nuestro país– e historiador, Luis Manuel Mercado, mejor conocido como Luis Manuel ‘El de la Paloma’, nacido en Atotonilco el Alto, Jalisco, murió el día de ayer martes 13 de septiembre, a la edad de 75 años.Al artista se le había diagnosticado, desde el pasado mes de febrero, un padecimiento muy avanzado que, con todo, no le impidió llevar a cabo el ‘Encuentro anual de los Pueblos Indígenas’, en Guachimontones, el pasado 21 de marzo.Desde muy pequeño, Luis Manuel sintió gran aprecio por la música, el canto y el teatro, motivado por la vida tranquila de su tierra. La música popular fue su base, al interpretar sones, huapangos y música vernácula, además de composiciones de su autoría, cuyas letras –en 28 diferentes lenguas originarias–, representan una enorme labor de rescate y promoción de la cultura. Quizá su canción más conocida sea “Nonatzin”, un poema musicalizado de Netzahualcóyotl.Su pasión por el teatro nació cuando llegó a vivir en Guadalajara, donde se desenvolvió trabajando en diversas producciones y estudiando con maestros como Félix Vargas. Ha escrito algunas obras teatrales, junto con las piezas musicales que lo acompañan. La primera obra que escribió llevó por título ‘Limitaciones’ y fue presentada en el Teatro Experimental. Durante una década presentó en Chapala el espectáculo ‘Noche de Muertos’ o ‘Tlayohua Miketl’, del cual es autor. Creó también el programa para niñas y niños ‘Cuentos interactivos con cantos indígenas’. De igual modo, incursionó en la televisión (en Guadalajara y la Ciudad de México), en programas como ‘Noches tapatías’, ‘México, Magia y Encuentro’ y ‘Siempre en Domingo’.Fuera de México, en sitios como Las Vegas, Nevada, o Los Ángeles, California, presentó sus espectáculos, acompañado en más de una ocasión por músicos de mariachi tradicional. Otro de sus temas conocidos, “Jacinto Cenobio”, de Pancho Madrigal, habla de cómo un campesino emigra a la gran ciudad. Apenas hace dos años, en 2020, el gobierno de Jalisco le hizo un reconocimiento por sus 50 años de trayectoria artística.Sus restos mortales fueron velados en la Funeraria Latinoamericana, de Av. López Mateos. Le sobrevive su única hija, Cristal.MF