Víctor Palacios Armendáriz llegó este mes al Museo Cabañas —Instituto Cultural Cabañas— para ocupar el cargo de curador. Estudió Historia del Arte en la Universidad Iberoamericana, fue asistente de investigación en el Museo Tamayo y asistente curatorial en la Sala de Arte Público Siqueiros (ambos en la capital del país), antes de partir a los Países Bajos para estudiar una maestría en curaduría. Posteriormente, laboró cerca de cuatro años en Barcelona como curador independiente. De vuelta a la Ciudad de México trabajó en el Museo de Arte Carrillo Gil y en el Museo de Arte Moderno. Su anterior trabajo fue como curador en la Casa del Lago de la UNAM.Ante la propuesta de venir, lo que convenció a Víctor fue “la importancia y la belleza del espacio. Su importancia a nivel artístico, histórico y social. Pero también influyó el hecho de estar en sintonía con Susana Chávez (directora del museo) para lo que pretendemos hacer en los próximos años. Eso es fundamental”, platicó en entrevista con este medio. Víctor trabajará además en el objetivo de situar al Museo Cabañas dentro del circuito de museos nacionales: “No solo recibir exposiciones, sino generarlas también. Desde la colección o con artistas contemporáneos”.Palacios Armendáriz abundó en la coincidencia entre su labor el plan de trabajo de Susana: “Estoy especializado en arte contemporáneo, y en cierta manera con los vínculos del arte moderno con el contemporáneo. Me convenció de venir el hecho de que a Susana le interese enfocar la programación expositiva del Cabañas en esos aspectos. Lo que queremos hacer es definir de una manera más clara la vocación del espacio y abocarnos a estos dos tipos de manifestaciones. Por un lado por el tipo de colección del museo, y por otro lado porque sentimos que es pertinente darle atención a una serie de manifestaciones artísticas que no tienen cabida actualmente en Guadalajara: se producen pero no se exhiben y explotan de la mejor manera”.La primera asignatura: conectarComo una de sus tareas primordiales, el curador buscará conectar con la comunidad: “Es una de nuestras principales preocupaciones, de los principales retos: hacer que la comunidad artística con toda su diversidad voltee a ver al Cabañas, vengan y quieran exhibir aquí, ser partícipes del proyecto. No solo expositores”.Este método de trabajo provoca acercamientos múltiples, pues las colaboraciones pretenden generar proyectos interdisciplinarios: “Antes he invitado a editores a participar en exposiciones, a cineastas, antropólogos, diseñadores. Parte de mi enfoque como curador ha sido generar proyectos colaborativos. La exposición acaba siendo un ejercicio poco predecible de colaboración interdisciplinaria, sobre alguna temática que sea el hilo conductor”.En su ruta de vida, el anterior cargo que tuvo le abrió mayores posibilidades para trabajar como curador: “La experiencia en Casa del Lago me sirvió muchísimo por el hecho de desprenderme de la figura del museo. Es un centro cultural, no tiene colección. Al desprenderme de esta figura, a veces tan fuerte a nivel institucional e histórico, tuve la oportunidad de echar a andar proyectos más experimentales. Un poco más inciertos si se quiere, o más complejos en la relación con el público, más atrevidos en el manejo de los espacios a nivel museológico. Tener una especie de museología crítica en las exposiciones”.Víctor agrega que “regresar a un museo, a un lugar tan fuerte como el Cabañas, con la experiencia de un espacio más experimental (después de haber trabajado varios años en museos) puede hacer un equilibrio interesante”.Lo que vieneEl nuevo programa curatorial empezará en 2020. Antes llegará una exposición de Santiago Merino, en octubre. Santiago es un artista plástico de la Ciudad de México, enfocado en la pintura y gráfica con carácter abstracto.También trabajará en la exposición de la India como país invitado de honor dentro de la FIL. El medio representado será la fotografía, adelantó Víctor.Una tarea del nuevo curador será resaltar los acervos del museo: “La colección es el corazón del museo. A veces estamos propensos a darle mucha importancia a las exposiciones temporales y olvidar un poco la colección. Creo que es un error”.Sobre el material que resguarda el Museo Cabañas, agregó: “Es un tanto diverso, no solo es arte moderno y contemporáneo, hay arte popular y otro tipo de expresiones. Es un acervo con bastante potencial para generar nuevas lecturas y nuevos vínculos con otros acervos o colecciones de otros museos del país”. Una meta será refrescar las líneas discursivas: “Repetir el mismo discurso hace que la gente se canse un poco”.