El Premio Nobel de Literatura (2010) Mario Vargas Llosa presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara su más reciente novela “Tiempos recios”, editada por Alfaguara, la cual desarrolla una historia de conspiraciones políticas e intereses encontrados durante la Guerra Fría: “Una mentira que pasó por verdad y cambió el devenir de América Latina”, subraya la sinopsis. Carlos Castillo Armas, un militar y político guatemalteco, así como el expresidente dominicano Rafael Trujillo, son dos de los personajes principales de esta novela basada en hechos reales.La trama ocurre en Guatemala en los años 50, cuando Castillo Armas asume el poder a través de un golpe de Estado, el anterior presidente era Jacobo Árbenz, a quien se le señalaba de mantener alianzas con la Unión Soviética. Castillo Armas estaba respaldado por Estados Unidos. En el desarrollo e investigación de su libro, Mario Vargas Llosa descubrió que Trujillo le había pedido a Castillo Armas que cuando retomara el poder en Guatemala, lo invitara, que tenía el interés de visitar el país oficialmente y que quería recibir la condecoración de la Orden del Quetzal.“Luego ocurrió una cosa curiosa, cuando Castillo Armas asume la presidencia de Guatemala, él prácticamente corta relaciones con Trujillo. Da la impresión de que tenía una gran desconfianza, de que él no quería que interviniera muy directamente en su gobierno, quizá por la personalidad tan invasora de Trujillo”.Y lo que parece ser definitivo en la hostilidad de Rafael Trujillo hacia Castillo Armas, es que cuando éste toma el poder, el embajador dominicano en Guatemala le escribe unas cartas para contarle que el mandatario, cuando se tomaba unas copas, “entretenía a sus amistades hablando mal de la familia de Trujillo”, quien estaba acostumbrado a ser atacado, pero no le gustaba que su familia fuera objeto de burlas.Castillo Armas murió asesinado en 1957 en la casa presidencial. El autor comparte que su muerte fue misteriosa y nunca se ha esclarecido, no se ha sabido exactamente quién lo mató ni por qué, “al parecer había varias conspiraciones contra él”. Lo curioso resulta que cuando Castillo Armas es asesinado, el jefe de seguridad que había enviado Trujillo previamente a Guatemala, salió a El Salvador, “escapa en un avión privado al día siguiente con la amante de Castillo Armas y (ella) es un personaje muy interesante, cuya función no se conoce con exactitud sobre cuál fue realmente su implicación en la conspiración que termina con el asesinato de él”.El autor dijo que a él le gusta escribir sus novelas desde bases históricas. “Hay novelistas y novelistas, no trabajan todos de la misma manera, las manías, los estilos y los métodos varían muchísimo de uno a otro. Por ejemplo, en mi caso, hay cosas que a mí me estimulan muchísimo, cosas que a otros novelistas probablemente los dejaría indiferentes”.Por ejemplo, en el caso de Guatemala y de este libro en específico, prefiere desarrollar sus textos en la realidad: “Me gusta mucho leer la novela fantástica, pero no me gusta escribirla, no va con mi personalidad ni con mi talento. Me interesa mucho el mundo de la política, en la manera en cómo afecta a una sociedad, y eso resulta para mí muy estimulante”.Mario Vargas Llosa agradeció a Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, por las críticas que hizo sobre él.En entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola, Vargas Llosa agradeció “que haya sido tan severa en sus críticas hacia mí” y rechazó ser “un planfetario” como lo calificó Gutiérrez Müller.La reacción del escritor se da luego de que la investigadora Beatriz Gutiérrez Müller publicara en su cuenta de Facebook su preocupación ante cómo ideologías de ganadores del Premio Nobel pueden hacer retroceder a América Latina.En su publicación, Müller confiesa que “ve mal a ciertos escritores que han ganado el Premio Nobel”, acto que lamentó porque ella “quiere mucho a los escritores”.La escritora también lamentó que ideologías como el fanatismo y dogmatismo de ciertos autores “nos conduzcan otra vez al panfletario perfecto”.Aunque la investigadora no se refirió de forma explícita a un escritor, sus comentarios salieron a la luz unas horas después de que Mario Vargas Llosa declarara: “Veo mal a México y lamento decirlo porque quiero mucho a México. Me temo muchísimo que el populismo que parece la ideología del actual Presidente de México nos conduzca otra vez a la dictadura perfecta”, palabras pronunciadas durante la conferencia “El muro que tiraron las ideas”, que se llevó a cabo en el Museo Memoria y Tolerancia, de Ciudad de México.Igualmente, el premio Nobel de Literatura afirmó que ve “con franca preocupación” al primer año del Presidente Andrés Manuel López Obrador: “México debe defender la línea democrática, no retroceder a formas populistas”, detalló en entrevista con Carlos Loret de Mola desde la FIL.