Ya lo dijo Hipócrates hace dos milenios: la vida es corta, pero el arte es duradero. Cada fin de año es inevitable recordar a aquellos que se fueron físicamente, pero que nos dejan un legado con su arte, sus ideas o sus creaciones. Escritores, artistas y científicos, este 2018 se llevó a varios clásicos indiscutibles de nuestra cultura.Nacido en 1933, el narrador y traductor mexicano falleció el pasado 12 de abril, dejando una obra en la que el ensayo, el cuento y la novela afloran con una profundidad narrativa única, donde se mezcla el humor y el cultismo. En su bibliografía Pitol también exploró los textos autobiográficos, como el ya clásico “El mago de Viena”, donde más que la vida privada, Sergio explora la vida literaria y cotidiana que vivió. Como traductor, la Universidad Veracruzana tiene una colección en su editorial, con una muestra de lo mejor de la literatura universal del siglo XX.Originaria de California (1929), la escritora se movió entre la fantasía y la ciencia ficción, convirtiéndose en una autora de culto y con un perfil peculiar por su estilo. Su abundante obra abarcó el cuento, la novela, poesía, ensayos y guiones, principalmente, variedad que da cuenta de su interés por las diferentes formas de transmitir los productos de su imaginación. Lo amplio de su obra incluye un par de series, Earthsea y Hainish, ambas exploradas a lo largo de más de cuatro décadas. La artista ucraniana tuvo una muerte prematura el 23 de julio pasado. Habiendo nacido en 1987, la vida breve pero intensa de Oksana combinó el activismo con la creación. Como feminista estuvo entre las fundadoras de Femen, colectivo que ha ganado fama por su peculiar manera de manifestarse en contra del sexismo (por lo regular topless). Como creadora, Shachko retomó la tradición para cuestionar a través del arte la iconografía ortodoxa, emblemática dentro del contexto de Europa del Este, donde creció.Nació en 1923, en Inglaterra, pero se afincó en México para nacionalizarse en nuestra patria y llevar una larga carrera como pintora y escultora. Por su carrera, Joy recibió el la Medalla Bellas Artes y el Premio Nacional de Ciencias y Artes (categoría Bellas Artes) en 2012. Entre los estilos que cultivó estuvo la serigrafía y los grabados, además de la pintura y la escultura en bronce. Algunas de sus obras sirvieron para ilustrar las portadas de los libros de Jorge Ibargüengoitia, quien fuera su pareja. Hijo pródigo y adoptivo de Jalisco, Fernando dejó este mundo el 14 de noviembre pasado. Nacido en 1935, como novelista es de “pocos pero doctos libros”, pues publicó cuatro novelas, tres de las cuales son clásicos indiscutibles de la literatura mexicana (“José Trigo”, “Palinuro de México” y “Noticias del Imperio”). Durante su carrera literaria también publicó poesía, fue dibujante y pintor, periodista, ensayista y publicista. En síntesis: en su vida Del Paso vivió de y para el lenguaje en todas sus manifestaciones posibles, razón por la cual recibió el Premio Cervantes pocos años antes de su fallecimiento.Pocas figuras de la ciencia han tenido tanto renombre y atención del público en general. Nacido en 1942, Stephen revolucionó tanto la ciencia como la divulgación de la misma. Sus teorías sobre el universo y su breve tratado sobre el tiempo impactaron en ambos rubros. Además, Hawking llamó la atención por su perseverancia frente a la esclerosis lateral amiotrófica, que lo ató desde la juventud a una silla de ruedas y por la que perdió el habla.El italiano nacido en 1941 es de los pocos directores que ostentan dos estatuillas del Oscar. Ambas las ganó por “El último emperador”, como mejor director y mejor guionista, en 1988. Entre su palmarés también enlista la Palma de Oro de Cannes, dos Globos de Oro y el León de Oro de Venecia. Su carrera como director comenzó en 1962, con la mayor fama conquistada el decenio siguiente con clásicos como “El último tango en París” o “Novecento”. Su última cinta de ficción fue “Tú y yo”, de 2012. Fallecido este viernes de cáncer a los 79 años, fue un aclamado novelista israelí que alzó su voz contra los fanatismos religiosos, una lucha que quedó plasmada en su novela autobiográfica “Una historia de amor y oscuridad”, que se convirtió en un bestseller mundial. Aunque su prosa prolífica ha sido celebrada en todo el mundo, Oz ganó notoriedad también como activista, al ser uno de los críticos más férreos a la ocupación de Israel de territorios palestinos tras la Guerra de los Seis Días, en 1967.