Fabio Morábito, el poeta, narrador y traductor confiesa que para él la poesía, más que indagar en el interior de los seres humanos —porque al final todos tenemos los mismos miedos y defectos— es una forma de concretar nuestra presencia en el mundo, "nos ayuda a pisar más firme". Tras la publicación de su nuevo libro de poemas "A cada cual su cielo" (Ediciones Era), el escritor nacido en Alejandría, en 1955, que llegó a México a los 15 años y ha escrito toda su obra en español, obteniendo, entre otros, el Premio Xavier Villaurrutia por su novela "El lector a domicilio" afirma que en su caso particular no tiene un interés en conocerse, ni "en utilizar la literatura o la poesía para saber quién soy. Todo esto a mí nunca me ha interesado mucho".La poesía me interesa mucho más para conocer lo que está a mi alrededor. Creo que la poesía es un instrumento valiosísimo para eso, para saber lo que está alrededor nuestro.Es menos importante saber cómo estamos hechos y cómo somos, porque en el fondo somos muy parecidos a todos los demás, aunque tenemos nuestras peculiaridades.Si escarbamos un poco, nuestros miedos, nuestros deseos, nuestras esperanzas, nuestros defectos, nuestras mezquindades, se parecen a las de todos los demás. Lo más interesante para mí, más bien, es pisar cada vez más suelo. La poesía es un género realista por excelencia, te ayuda a concretar tu presencia en el mundo, así de simple, a pisar más firme, a saber dónde y cuánto ocupa tu sombra en ese suelo, más que ofrecer viajes interiores; al menos en mi caso.Lo que más me atrae es esa cosa tan rara que es escribir. La palabra es escrita, pero también la palabra es oral. Me interesa el hecho de escribir, el hecho de que alguien se aparte, se repliegue en un rincón, privado, para escribir, perdiendo de esta manera contacto directo con la vida, pero en el intento de capturar aspectos de la vida que se me escapan. Justamente, porque está ahí en primera línea, lo que hace es como retirarse, negarse al planteamiento de la vida para entenderla mejor. Este hecho que es propio de la escritura es lo que a mí siempre me ha intrigado y por eso vuelve una y otra vez en mis libros, no solamente en mis libros de poesía. SL