Las pequeñas y medianas empresas se enfrentan a un nuevo reto este abril, al tener que suspender todas las actividades no esenciales según la petición federal. Con el objetivo de contener los contagios, esta cuarentena orilla a la industria cultural a reinventarse y buscar nuevas soluciones para seguir, y las librerías no son la excepción.En Guadalajara, varios negocios enfocados en la comercialización de libros han emprendido campañas para sortear el aislamiento social. Un ejemplo son las librerías y editoriales, que a puerta cerrada reciben las peticiones de compra vía virtual, con entrega a domicilio.Un caso peculiar es el José Barba Librero, librería de ocasión que por lo regular abre sus puertas en el centro de Guadalajara (López Cotilla 491). José Barba, el librero al frente del proyecto, platicó vía telefónica sobre cómo vivieron las semanas previas a la cuarentena obligatoria: “Cuando era recomendado, mas no forzoso, teníamos la oportunidad de seguir laborando. Desde el inicio de esta situación, fue bastante notable para nosotros la reducción en cuanto a los ingresos, puesto que pasó de ser un negocio que se mantenía a sí mismo con cierta tranquilidad a ser uno que empieza a acumular deudas, el gasto corriente de cualquier negocio que no se alcanzaba a cubrir por la baja en los ingresos. Como la inmensa mayoría de negocios pequeños vivimos de las ventas diarias. Más en el caso de un negocio como la librería, el interés nace de la vista, de tener la oportunidad de verlo. Desde el inicio nos empezó a maltratar un poco, por decirlo así”.Por ello han puesto su mira en las ventas en línea, un formato en el que ya tenían movimiento pero que ahora buscan mover más: “Con el anuncio que recibimos, de la cualidad obligatoria de permanecer cerrados, frente al riesgo que corremos de enfrentar una sanción administrativa o una sanción penal, recurrimos a la opción virtual. Si vendiéramos tacos no podríamos hacer esto, pero por el tipo de producto podemos ofrecerlo en línea a través de una foto, una descripción”.Aunque desde el comienzo de la contingencia centran su atención a los clientes potenciales en las redes sociales: “Trabajar desde las redes sociales fue una iniciativa que tomamos desde que empezó esta situación de aislamiento social. Desde hace un par de años tenemos un grupo de venta en Facebook, donde diariamente ofertamos títulos, con un límite de cuatro libros al día. Ahí íbamos abonando a las ventas presenciales, si bien nunca las ventas en línea las han superado, sí abonan”. El grupo en la red social se llama La última página: venta e intercambio de libros; además la librería cuenta con su página pública, con el nombre de José Barba Librero. A partir de la contingencia la presencia por internet ha sido mayor: “Redoblamos la cantidad de publicaciones, con la entrega a domicilio en la Zona Metropolitana. Al principio era con costo, ahora tenemos una compra mínima sin costo”.Los libros que están subiendo durante el día tienen un precio con 30% de descuento a su precio habitual en la librería “para seguir incentivando la venta de libros”. Al ser una librería de ocasión, el catálogo que ofrecen es variado, con títulos de interés para un público diverso: libros para niños, literatura clásica, best sellers contemporáneos, libros esotéricos, de autoayuda, de arte, de historia, en otros idiomas y un largo etcétera.Con esta dinámica la librería busca seguir generando ingresos a partir de la venta de sus libros, además de ofrecer una opción de esparcimiento en estos tiempos destinados a permanecer en casa: “Si bien el libro no es un producto de primera necesidad sí es algo que ayuda a pasar el tiempo en casa: la propuesta de la librería es esa, ofrecer el libro con un precio rebajado con la posibilidad de llevarlo a domicilio” (en Guadalajara, a partir de $200 pesos de compra).Toma notaMás libros para llevarAdemás de José Barba Librero, en Guadalajara hay otras librerías y editoriales que tienen su catálogo en venta en línea: Elegante Vagancia, Casa Tomada, Librería Itaca, Ediciones Arlequín, Impronta y Paraíso Perdido.JL
