Sábado, 04 de Enero 2025

“San Fernando”, la última parada de los desaparecidos

La periodista Marcela Turati presenta su nuevo libro donde aborda “una historia de impunidad”

Por: El Informador

La periodista presenta una obra sobre lo que llama el “crimen autorizado en Tamaulipas”. AFP

La periodista presenta una obra sobre lo que llama el “crimen autorizado en Tamaulipas”. AFP

La periodista mexicana Marcela Turati publicó el libro “San Fernando: Última parada. Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas, editado por Aguilar. Un texto de muchos años de investigación que habla sobre el horror de las desapariciones forzadas que a diario se viven en México y dónde externa, la autora, el gobierno está coludido con las células criminales para perpetuar esta violencia social donde también acota, a cada hora hay un desaparecido en el país.

En este libro se cuenta la historia de una pequeña ciudad, con una terminal de autobuses en la que desaparecen los pasajeros. La mayoría son hombres jóvenes que viajan a Estados Unidos en busca de un mejor futuro. Van ligeros de equipaje y de dinero. Cada amanecer, cuando un camión llega a la parada, son bajados por la fuerza, llevados a brechas y asesinados. Por error, por capricho, porque sí. Porque los asesinos tienen permiso. Luego son arrojados a fosas clandestinas. Cuando en 2011 se descubrieron las tumbas, el gobierno reconoció los restos de 193 personas. Y los volvió a ocultar. Culpó a una célula del crimen organizado de las matanzas, pero no investigó las complicidades.

Al respecto, habla para EL INFORMADOR, Marcela. “Esto no es sólo fijarme en el caso de San Fernando como si fuera exclusivo o único, sino aprender de este caso, de lo que sufrió la gente, de cómo quedó desprotegida la población y de cómo fueron desaparecidas y asesinadas las personas, las cuales fueron exhumadas de fosas y no se les devolvió a sus hogares. Es mostrar lo que pasa en México y por qué pasa esta crisis forense y tragedia humanitaria con tantas personas desaparecidas. Son más de 112 mil personas desaparecidas y al menos 55 mil cuerpos en poder del Estado en los panteones municipales, en las fosas comunes o en las morgues y que no han sido identificados y que también esto ha pasado por culpa de la autoridad”.

En este libro que publica, se presenta un relato coral de las masacres en este pueblo de Tamaulipas; en sus páginas hablan las víctimas, familiares, testigos y funcionarios. Por ejemplo, la autora conduce a los lectores a los círculos del horror y la desdicha, pero también de la esperanza y la alegría cuando las familias recuperan el cuerpo del ser querido ausente o se unen contra la maquinaria que desaparece personas.

Refiere Marcela que estas víctimas fueron desaparecidas por el crimen organizado, apoyados por policías municipales “y ante el silencio o la complicidad más directa de la policía federal, la marina y el ejército, quienes estaban en esa zona bajo el conocimiento del gobierno estatal y también cuando son exhumados, las procuradurías de Tamaulipas y la PGR, lo que hacen, en lugar de devolverles la identidad, es volverlos a ocultar”.

También señala que este texto es una investigación de muchos años de realizar distintas coberturas: “Soy reportera de tiempo completo, tengo que hacer muchas investigaciones. Entonces, ha sido parte de eso, también por ello la tardanza, aunque eso también me ha permitido poder seguir recabando testimonios. Desde el 2008 ha sido mi tema las víctimas de la violencia y el énfasis ha sido sobre desapariciones de personas, masacres de migrantes y asesinatos de periodistas. Año con año he estado tratando de coleccionar información que logre dar sentido a esta historia que me topé en el 2011 y desde antes de esta masacre de los migrantes”.

San Fernando, como lo refiere la escritora, es un blanco de la violencia porque conecta con vialidades, carreteras, y otras cuestiones que le interesan al crimen organizado para poder operar más fácilmente. “El subtítulo de mi libro es ‘Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas’, porque yo sostengo que esto no se puede hacer sin complicidad, sin ayuda o sin apoyo de las autoridades. 

La primera parte del libro habla de cómo llegan los grupos criminales y someten a la población y cómo la gente vive bajo esa dictadura criminal, pero también cómo los poderes conviven, donde todo el tiempo es ocultar la violencia, que no se sepa o que no se espanten los inversionistas o el turismo”.

Resalta que las preguntas que guiaron su investigación fue cuestionarse quiénes fueron las víctimas, las personas exhumadas que además fueron asesinadas de manera muy cruel y cómo fue esto posible: “El libro es un relato coral en el que busco testimonios, no sólo de las víctimas, también de toda persona que tuviera información, que pudiera ayudar a contar sobre cómo se vivía en San Fernando, cómo fue bajada la gente de los autobuses y también el relato completo de todo el operativo de desaparición del Estado, donde las víctimas son el sacerdote, la diputada, un empresario, el panteonero, o un forense; estas son también las víctimas y el libro va con ellas en este recorrido de los laberintos de impunidad en México”.

La periodista finaliza al decir que las autoridades no tienen interés en regresarles los cuerpos a los familiares de las víctimas, ya sea porque están rebasadas o porque tienen toda la información fragmentada. “Pero el libro no es sólo sobre el horror, también tiene claves de cómo esto puede ser cambiado y de cómo podemos abatir esta crisis forense, de lo que se tiene que hacer bien dentro del sistema en general para que estas muertes no vuelvan a ocurrir y no desaparezcan a la personas de esta manera”. 

Cabe señalar que Marcela estará presente en la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) para hablar de este libro.

CT

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