La talentosa autora Verónica Langer compartió los entresijos de su más reciente obra literaria, "Las Larvas", una historia que deja una sensación agradable de melancolía en sus lectores.La novela arranca con Aurelio, el narrador de la obra, quien se dedica a atender las necesidades de cuatro pacientes de un hospital psiquiátrico y narra sus vivencias en un diario, mismo en el que deja entrever su humor sardónico y divertido. Un día, decide llevar a los pacientes a un prostíbulo, en donde él considera pasarán un gran rato y, en una secuencia de eventos desafortunados, terminan todos en distintos lugares. Aurelio se queda con Kiki, uno de los jóvenes pacientes, con el cual comienza a formar un vínculo muy especial.Con una trayectoria marcada por su pasión por contar historias, tanto en el ámbito actoral como en el literario, Langer confiesa haber incursionado en la literatura desde temprana edad, encontrando en la escritura un medio para explorar diferentes facetas de la vida y la experiencia humana. "Las Larvas" surge de una historia familiar, tejiendo elementos autobiográficos en una trama completamente ficcional. Langer confiesa que la necesidad de explorar más a fondo la vida de su hermano la llevó a separarse de la historia original y adoptar una perspectiva ajena, permitiendo así que la narrativa fluyera con mayor libertad.El estilo narrativo de la obra emergió de manera natural, imponiéndose como la voz idónea para contar esta historia tan personal. Para la autora, el principal reto radicó en mantener el equilibrio entre la ficción y la intimidad autobiográfica, desafiando así los límites de su propia narrativa.El proceso de creación de "Las Larvas" hasta su publicación fue arduo y prolongado, extendiéndose a lo largo de cinco años antes de encontrar su hogar editorial en Hachette.Aunque inicialmente concebida como un proyecto teatral, la obra tomó vida propia y se consolidó como una novela, encontrando su lugar en el mundo de las letras.Los comentarios recibidos por parte del público han sido muy positivos, destacando la capacidad de la obra para resonar con experiencias personales y emociones universales.Langer se enorgullece especialmente de la escena ambientada en los años 60, donde el protagonista visita una estación de radio, revelando su disfrute al escribir momentos que evocan una época pasada.Al reflexionar sobre el poder del pasado en nuestras vidas, Langer comparte la cita de Lewis Carroll, abrazando la idea de que recordar el pasado es recrearlo y, al hacerlo, transformarlo en algo relevante para el presente."Las Larvas" no solo es una novela, sino un testimonio emocionante de la complejidad de la experiencia humana y la manera en que el pasado moldea nuestro presente. Con una prosa envolvente y una narrativa conmovedora, Verónica Langer invita a los lectores a sumergirse en un mundo de recuerdos y emociones, donde cada página revela nuevos matices de la melancolía y la belleza de la vida.Verónica Langer El tiempo, para las personas es una dimensión intangible y constante, es un arquitecto de destinos, un artista que esculpe la vida de las personas con una belleza que en ocasiones solo se logra apreciar en retrospectiva. No es solo un testigo silencioso de nuestros actos, también es un maestro que nos enseña mediante lecciones envueltas en experiencias, buenas y malas. El tiempo es el responsable de la transformación de la vida de las personas y también aquel que nos prepara para nuevos desafíos.Desde el nacimiento hasta la vejez, somos acompañados por el tiempo, este marca cada una de las fases de nuestra existencia con hechos, que en su momento, pueden parecer insignificantes pero que con el pasar de los años, se vuelven fundamentales en nuestra formación. Este proceso que vivimos es continuo, donde los buenos y malos momentos que afrontamos juegan un papel crucial en nuestra formación, cada alegría, cada adversidad se transforman en una pieza del complejo rompecabezas que llamamos vida y contribuye a la persona que fuimos ayer, somos hoy y seremos mañana.Los momentos buenos nos dan confianza y fortaleza, nos enseñan el valor de la perseverancia y la importancia de valorar lo que tenemos, los momentos malos nos dan resiliencia y nos enseñan la importancia de la empatía, ambos son invaluables y sin ellos, toda la satisfacción de nuestros logros perderían su significado.El tiempo también nos brinda perspectiva, necesaria para comprender y valorar cada hecho que vivimos. Cada año que pasa somos capaces de mirar atrás y reflexionar sobre lo que hemos vivido, entendemos que por mas alegres o devastadores que fueran estos momentos que vivimos, todos tienen un propósito, nos guían hacía un crecimiento personal que de otra manera no hubiéramos alcanzado y nos permiten afrontar nuestro porvenir con mayor sabiduría y fortaleza.En este sentido, el tiempo es un maestro, sus lecciones no se revelan a través de palabras, sino a través de las experiencias que vivimos. Nos enseña a ser pacientes, a entender que no todo se logra de manera inmediata y que para conseguir un verdadero cambio, lo necesitamos a él, el tiempo. De la misma forma, nos ayuda a valorar el proceso de la misma manera que el resultado, recordándonos que cada paso es solo uno mas en la travesía hacía nuestra realización como personas.El tiempo es más que un simple pasar de minutos, horas o días, es una fuerza que tiene la capacidad de transformar a la existencia misma, transforma nuestras vidas, enseñándonos, curándonos y preparándonos para el futuro. Aceptar el tiempo como el arquitecto de nuestros destinos es aceptar la vida misma y vivir cada día como una oportunidad para crecer y evolucionar.Alejandro de la Torre PARA LEER… “Las Larvas, Un relato sobre aceptación y tolerancia, vencer nuestros miedos y ver los cambios en las personas”. Una historia inspiradora sobre la salud mental.PARA SABER… Se presentará en el Congreso Internacional Avances en Medicina estudios sobre el uso de la Inteligencia Artificial para la salud mental.PARA CONOCER… Se aprobara en Jalisco la nueva Ley de Salud Mental y Adicciones en Marzo. CT