A lo largo de los pasillos y entre los stands que forman parte de la Feria Internacional del Libro en su edición número 33, cada vez son más los lectores que rechazan las bolsas de plástico para cargar sus libros.Estos grupos de amantes por la lectura de distintas edades (desde niños hasta adultos mayores) recorren los pasillos con sus bolsas de tela en mano, mochilas y hasta maletas para cargar sus libros.A pesar de que la gran mayoría de las editoriales siguen ofreciendo a sus clientes las bolsas plásticas, varias son las que ya se comprometieron sumándose a la causa para dejar de contaminar, dando la opción a los lectores de adquirir una bolsa de tela que se puede reusar.Esta acción da seguimiento a la Certificación de Cumplimiento Ambiental Voluntario por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) Jalisco que recibió la FIL Guadalajara en junio de este año y complementa la medida del Gobierno de Jalisco de junio 2018 donde aprobó la reforma en la Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y la Protección del Medio Ambiente.Esta reforma en la ley prohíbe el uso de bolsas y popotes de plástico y busca reconvertir a la industria.En México, se utilizan diariamente 20 millones de bolsas de plástico, el problema es que cada una tarda entre 400 y mil años en degradarse, según su tamaño y peso.En el 2015, los tapatíos diariamente generaban 585 toneladas de basura derivada solamente de plástico, lo que representa el 10% de los desechos que se generan en la Zona Metropolitana de Guadalajara diariamente.Si esta tendencia continúa para 2050 tendremos cerca de 12 mil millones de toneladas de desechos plásticos en los basureros y en la naturaleza.En esta edición la FIL invita a todos sus participantes a formar parte del club: "Lectores amigables con el medio ambiente". Para unirse solo es necesario llevar una bolsa de tela, mochila o maleta para sustituir el uso de las bolsas de plástico.