La industria del libro, según diversos actores (desde el Gremio de Editores de Guadalajara hasta la Caniem), vive desde comienzos de este sexenio al borde de la crisis, debido a la carencia de políticas públicas para apoyar a la cadena del libro. El eslabón que conecta esa cadena con el lector son las librerías, un negocio que ha sufrido tras año y medio de pandemia. Ante ello, la reinvención y nuevas estrategias de comunicación son una alternativa para atraer a los lectores. César Vargas, librero de Ítaca, advirtió desde un comienzo el futuro que pintaba, por ello replanteó su sucursal en la calle Marsella: “Donde estuve 18 años, tomé la decisión precisamente como se veía un panorama muy difícil opté por cerrar la librería, mantenerla en bodega. Me fui para el Centro”. Los pronósticos no fueron errados, pues todo tipo de negocios cerró alrededor de la zona de Chapultepec. En el Centro pudo hallar un local ocho veces más grande (en Calle López Cotilla, 545), donde pudo abrir meses después. Sin embargo, la reactivación vino desde las redes: “Eso nos dio un respiro, fue así como pudimos sobrevivir. En octubre abrimos el local”. Una característica de las librerías independientes y de usados es el perfil de su catálogo, que se distingue frente a la homogeneidad de las cadenas. Además de una gran cantidad de libros de ocasión, un extra de Ítaca son sus ediciones especiales: ejemplares firmados, primeras ediciones y libros difíciles de conseguir. Por ello la comercialización ha sido hacia coleccionistas: “Tratamos de meter cosas que están agotadas, difíciles de conseguir. Empezamos a incentivar sobre todo en Mercado Libre, me va mejor que en Facebook o Twitter, que sirven como escaparate. En Mercado Libre un título de moda se encuentra cien veces, tratamos de mantener la línea de distinción”.La nueva “normalidad”Para César, regresar a la apertura de comercios no ha sido volver a la situación previa a la pandemia: “La nueva normalidad nos instala en un terreno un poco más difícil: la gente se acostumbró a comprar por redes. Aquí tenemos periodos donde es muy tranquila la calle, no se ve gente caminando”. Como parte del colectivo de librerías Fluya, César afirmó que la restricción en la movilidad entre ciudades también afectó, pues el circuito de ferias se canceló: “También pegó, salíamos regularmente a Mexicali, Zacatecas, Ciudad de México, Yucatán o Aguascalientes. Sí repercutió las ventas del año. La FIL ni se diga o la feria en el centro, en noviembre”. Por su parte, Impronta Casa Editora (calle Penitenciaría, 414) combina en su sede el taller con la maquinaria para hacer libros, una cafetería y su librería. Carlos Armenta, editor del lugar, platicó sobre cómo buscaron mantener viva la actividad en la librería: “A partir del cierre con el confinamiento paró por completo el ingreso de la librería y la cafetería, que funcionan de forma híbrida y dependían de la presencialidad. Eso nos obligó a poner en forma la librería en línea, a llegar a convenios adecuados con envíos, paquetería, y a crear una estrategia publicitaria”.Sinergia para sobrevivirEl año pasado, junto con otras empresas culturales, lanzaron Crisis Compartida, para hacer un mayor eco a sus nuevas maneras de vender: “Eso funcionó como un altavoz, las redes comenzaron a hablar sobre librerías independientes, como la nuestra. Eso permitió que la librería no cayera por completo. Incluso el mes de abril o mayo tuvimos casi tanta venta como si estuviéramos presencial”. El perfil del catálogo en Impronta privilegia los libros de sellos editoriales que no circulan tanto en cadenas de librerías, y por ende tampoco es común verlos en reventa (Impronta comercializa libros nuevos). Carlos abundó sobre esto: “Nos dio mucha fuerza, la gente de otros Estados compró muchos de esos sellos que difícilmente se distribuyen fuera de la Ciudad de México. Ese segmento de lectores encuentra difícil localizar ese tipo de editoriales y de textos. La evidencia clara fue que tuvimos que acrecentar nuestro fondo, prácticamente al doble. Si en algún momento contamos con 3 mil títulos ahora tenemos 5 o 6 mil”. La venta foránea se apoyó de una estrategia de márketing digital: “Hicimos la publicidad segmentada a otras ciudades, eso hizo que hubiera mucha compra. Vendimos libro a Tampico, San Luis Potosí, Saltillo, Colima. Si bien encontramos librerías generalistas en esas ciudades, el perfil de librería independiente es más escaso”. Librerías como Hojas del Bosque tuvieron que pasar por otros procesos, como el traspaso del negocio. En un principio ubicada cerca del estadio Jalisco, la promoción de los libros se centró en su página de Facebook. Especializada en libros de ocasión a precios asequibles, esta librería tuvo un bajón en sus ventas cuando la aplicación bloqueó la posibilidad de publicar luego de que colgaran una fotografía con la portada de un libro que promocionaban. La app consideró que el desnudo en la portada era inapropiado, por lo que estuvieron 30 días “en la congeladora”, limitando el alcance de los potenciales compradores, lo que repercutió directamente en los ingresos. Tras el anuncio de su cierre, la buena noticia es que la librería ahora se reubicará en Tesistán, otro sector de la Zona Metropolitana que al igual que las inmediaciones del estadio Jalisco es notable por la ausencia de librerías.Otro caso distinto es el de La Perla Records & Books (calle Pedro Moreno, 1530), cuya estrategia ha sido el descuentos de libros a precios de remate en sus tiendas (física y virtual), además de una constante actividad en redes (Instagram, correos electrónicos). Esta librería se distingue por un amplio catálogo en otros idiomas, predominantemente inglés (con una sección de ediciones especiales), a la par de venta de música en diferentes formatos (CD, vinilos y también tornamesas).Si te interesó esta noticia y quieres saber más, entonces descarga y descubre INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, en donde tenemos contenidos exclusivos, seleccionados por nuestros editores, para darles una experiencia más completa a los lectores.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Para iOS: https://apple.co/35jaVgb Para Android: https://bit.ly/3gwVSEVSi eres suscriptor de EL INFORMADOR tu acceso está incluido, solicítalo al 33 3678-7777.
