Ha casi una década de haberse publicado, la novela “La reinita pop no ha muerto” regresa a los escaparates literarios tras la reedición que su autora, Criseida Santos Guevara, y la editorial Random House han hecho para charlar nuevamente de “Lupe”, una soñadora joven que aspira a triunfar en el mundo del rap, pero que en su travesía enfrenta la crudeza y surrealismo de la sociedad mexicana y lo que implica situarse en una cultura como la estadounidense.Ganadora del Premio de Novela Breve, por Revista Literal (2013), “La reinita del pop no ha muerto” no solo es el retrato de “Lupe”, regiomontana que en la búsqueda de su sueño emprende un camino de superación, pues Criseida la coloca en un contexto donde la lucha por la identidad, el despertar y defensa de los derechos LGBTQ+ están buscando nuevas formas de expresión, pues también presenta los contrastes de una sociedad azotada por la violencia, el rezago, la desigualdad y la morbosidad en los medios de comunicación. “¿Quién es la reinita pop? No sé, me gustaría dejarlo en una especie de ambigüedad, la reinita pop es Lupe, pero también es la literatura, la cultura, la lucha y conquista de los derechos LGBT, el pop mismo, Monterrey puede ser la reinita pop”, indica.Una generación dispuesta al cambioCriseida Santos piensa en las múltiples lecturas que esta novela permite; aunque fue en 2013 cuando tuvo su primera edición, el contexto de sus personajes y desafíos sociales se mantienen más que vigentes ante una sociedad aún convulsionada por las tragedias que día a día se superan a sí mismas, y marcada no solo por las fronteras territoriales, sino también en la concepción de la vida.“La frontera, sí se refiere a los límites de tierra, lo geopolítico, pero también están otros límites, las relaciones no heterosexuales, los límites de qué es arte y qué no es. Es una novela que echa mano de un sinfín de fragmentos de canciones, de referentes culturales que la mayoría identificamos, los límites de todo, en las clases sociales, la desigualdad, la emocionalidad”, apunta Criseida Santos, quien mediante la voz y ojos de “Lupe” también se tiene al rap como protagonista e hilo conductor de, cómo una joven, al igual que otros tantos, apuestan por su identidad para encontrar un lugar el mundo.“Lo que me gusta del hip-hop y es lo que quería explorar es que es uno de los géneros en el que se permite mucho el desenfado, la protesta social, el reconocimiento de todas las influencias, préstamos y asimilación de los productos culturales, por eso escogí esta estructura, porque en algún punto ‘Lupe’ quiere ser cantante de rap para poder reconocer dentro de la palabra escrita, está alzando la voz”.La historia de “Lupe” y su transformación en la “reinita del pop” es tan solo uno de los grandes atractivos de la novela, pues la propuesta narrativa de Criseida Santos también permite al lector explorar una forma diferente de lectura, mediante capítulos que alternan el acontecer social, lo frágil y rudo de la industria del entretenimiento, el amor lésbico, la infidelidad y cómo impactan los medios de comunicación en la percepción que se tiene del día a día y problemáticas sociales.“No quería escribir una historia normal con las problemáticas que tiene cualquier ser humano cuando se enfrenta a un amor no correspondido, un amor prohibido, también lo pensé en términos de que esta historia está contextualizada después del 2010, cuando el tema de las relaciones entre personas del mismo sexo y el matrimonio estaba en su punto máximo en Ciudad de México, eso nos dejó mucha inquietud al resto de las ciudad de saber cuándo nos tocaría a nosotros esa conversación”.