No es sencillo responder a cuestionamientos como ¿Qué es el arte latinoamericano contemporáneo? ¿Quiénes son sus exponentes? ¿Cuál es el papel del coleccionismo en este ámbito?, pero esas preguntas nos permiten relacionar de manera muy sumaria el contenido de la exposición ‘Imperios de lo plural: Obras selectas de la Colección de la Fundación de Arte Cisneros Fontanals’, que abrirá sus pertas en el Museo de Arte de Zapopan (MAZ) este próximo 4 de septiembre y estuvo bajo la curaduría de Jesús Fuenmayor, con la asistencia de Macarena Deij Prado.Ahora bien, desde su creación, en 2002, la Fundación de Arte Cisneros Fontanals, ha conformado una de las más dilatadas y sólidas programaciones de arte contemporáneo latinoamericano. Incluye artistas de todas las generaciones, procedencias, formación, preferencias y experiencias. De este modo, en esta exposición se encuentran reflejadas las tres diferencias generacionales en uso para CIFO: artistas establecidos, artistas de carrera media y artistas emergentes.También están reflejadas las procedencias geográficas predominantes: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Uruguay y Venezuela, muchos de los cuales han encontrado otros horizontes fuera de sus lugares de origen.Unos y otros son artistas que se han formado tanto en los espacios académicos de sus países como en las escuelas de arte de los llamados centros de vanguardia. La mayoría combina distintas disciplinas del conocimiento y basan su trabajo en la investigación, es decir, entienden al arte como un ejercicio de búsqueda y reflexión sobre el entorno sociocultural en el que actúan.En estos términos, lo claro es que las viejas dicotomías que guiaban al arte del continente, a saber: tradición vs revolución; localismos vs universalismos; figurativismo vs abstracción; político-apolítico; público-privado; y tantas otras categorías que daban certezas al debate del arte regional, ya no operan en la contemporaneidad.MF