Nacido en San Sebastián de los Reyes, estado Aragua, a hora y media de Caracas, el violonchelista venezolano de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), Jean Carlos José Coronado Cabrices, comenzó su instrucción musical muy pequeño, “a los cinco años de edad, en el seno del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, primero en coros, luego flauta dulce, hasta que tuve la estatura para tocar el instrumento”, comparte en entrevista con EL INFORMADOR.Pero su contacto inicial con la música fue a través un tío suyo, músico “empírico”, cuenta el instrumentista, “que estudiaba contrabajo, tocaba violín, guitarra, cantaba, dirigía un coro y desde niños nos ponía a escuchar música”; ahora, formado dentro del célebre Sistema de Orquestas que desde su país ha cosechado fama y réplicas en otras naciones (como México), Coronado fue llamado a “dar clases” desde que era niño.Enseñanza y formaciónAsí, instruido en “la ideología” de un sistema donde se sostiene que -cuenta el músico- “quien medio sabe enseña a quien no sabe nada; entonces enseñé cosas que yo sabía y, a la par, me enseñaban también. Había maestros que daban clases, dejaban tareas y se iban. Y mientras yo iba escalando en mi formación, a la vez iba dejándolo eso en mis alumnos. Íbamos como en una escalera ascendente. Ejemplo de ello es mi compañero actual en la OFJ, Ángel Hernández, en su primera clase él tenía 11 años y yo 15 años; y ahora tocamos juntos”.Así, “todos los que nos formamos en el sistema tenemos eso”, prosigue Coronado, “debíamos enseñar para continuar, enseñar es lo que nos hizo seguir creciendo, y cuando los niños perciben eso en un maestro, si esto en su círculo, él recibe todo lo que uno le da”.Batallón por formarEn nuestro país, destaca el chelista venezolano, “tengo mi batallón; porque me encanta enseñar. Y estoy creando una academia en León, Guanajuato, a través de la Academia Renacimiento dirigida por Enrique Rico, quien me da la oportunidad de ofrecer de primera mano las enseñanzas del sistema. Esto fue casi comenzando la pandemia, en 2020. Y tengo alumnos talentosísimos, porque si algo tiene México es que está lleno de talentos increíbles”.Con el nombre probable de Academia de Violonchelo Trinitate -porque donde se ubica era una estación ferroviaria con ese nombre- está por fundarse esta escuela “y ya tengo alumnos, entre ellos Luna Corina, Valentina Corona, en fin, son muchos”; y hoy ya se preparan para participar en la convocatoria para conformar la Orquesta Sinfónica Infantil de México 2022.Recorrido propioCoronado estudió en Venezuela en la Academia Latinoamericana de Violonchelo, con Carlos Cobo y Andrés Herrera; y también con quien fue primer chelo de la Sinfónica Simón Bolívar por más de 40 años, William Molina Cestari, con quien sigue formándose. Ahora, en México hizo licenciatura en el Centro de Estudios Musicales de Querétaro y, después, cursos de preparación internacionales en Canadá y Europa, con maestros como Amit Peled, Maria Kliegel, Gary Hoffman, Philippe Müller o Ralph Wallfisch, “todos ellos de primer nivel, algunos de los cuales han venido a México”, establece el ejecutante.En estos términos, tiene tiempo viviendo en nuestro país, asegura el chelista que “vine por un año y llevo siete; y creo no me voy a ir porque me encanta, y he podido tomar parte en festivales nacionales e internacionales aquí en México, y he estado haciendo muchísima actividad musical, y dando clases a niños, jóvenes y adultos”.Contagio sin límitesCoronado se siente “pleno, porque sigo creciendo y estudiando; pero me he trazado como meta que todos, por lo menos los chelistas, conozcan que no hay límites. Eso lo hago con los niños porque, a pesar de lo que se pueda pensar, no tienen límite; si les ponen un concierto difícil, sin decirles que lo es, lo hacen. La idea es demostrar a quien se pueda que no tienen límite y son el futuro del país; he sido cuestionado antes por mi método de enseñanza pero, por 20 años, lo he comprobado y no falla, no estoy inventando nada”.Remata el chelista: “Mi dedicación como maestro es saberlos guiar y no quitarles nunca ese sueño y visión de lo que quieren hacer: tocar en una orquesta, recorrer el mundo. Sólo se necesitan las ganas de hacerlo y si tengo eso en mis alumnos, bueno, por algo digo que es un ejército, porque al ver que otros lo hacen querrán hacerlo también; es una cuestión de contagio. No hay límites, hay visión y hay sueños; lo que pasa es que a veces no sabemos guiarlos”, finaliza.TOMA NOTAOrquesta Filarmónica de Jalisco/ Programa 6ProgramaFechas y horarios:Lugar: Teatro DegolladoBoletos: de 90 a 250 pesos, disponibles en taquillas del teatro y sistema Ticketmaster.