El escritor mexicano de origen vasco, Imanol Caneyada estuvo en Guadalajara para recibir el XVII Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez 2020 en una ceremonia organizada por la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ), gracias a su obra “Una vieja próstata y un país nuevo”; dicho reconocimiento está dotado de 150 mil pesos.“La emoción es un poco diferida porque el fallo se dio a finales de noviembre y la ceremonia se pospuso por el tema de la pandemia y ahora en abril la Secretaría de Cultura consideró que ya estaban las condiciones para poder hacer la ceremonia, así que es una especie como de doble emoción, estoy muy contento y muy feliz, porque además este es uno de los premios de cuento más importantes que hay en México y eso también me satisface mucho, por las implicaciones que tiene y por quienes lo han ganado, es un premio de mucho prestigio”, comparte en entrevista.Destaca que el premio no incluye la publicación de la obra, ahora mismo está promoviendo la novela “Fantasmas del Oriente”, que publica editorial Planeta, pero espera que pronto pueda darse la oportunidad de que “Una vieja próstata y un país nuevo” sea editado: “yo espero que con suerte (el libro de cuentos) esté publicado y circulando a finales de año”, su primera opción sería con Planeta, pero antes tiene que ver si se concreta o no el hecho, “porque es la editorial con la que he trabajado en los últimos libros”.“Una vieja próstata y un país nuevo” es un texto de nueve cuentos, “atravesados principalmente por dos temas, uno de ellos el de la migración, lo que significa ir a otro espacio o lugar en condiciones precarias y de exclusión —lo que es ser un criminal por el hecho de migrar—. También el otro gran tema por el que atraviesa el libro es el de las periferias de la marginalidad, en el sentido de que muchos de los personajes de estos cuentos no están incluidos en el discurso hegemónico, no forman parte de esto que llamamos normalidad, se encuentran en los márgenes de la existencia donde la gente es invisibilizada y estigmatizada”.De hecho, su obra “Fantasmas del Oriente”, recién publicada, también retrata el fenómeno de la migración. Es una ficción basada en una investigación documental en la que el autor narra historias paralelas: la de los hermanos Tao y Gao Yang que arribaron a México, provenientes de China, en busca de una mejor vida, pero fueron esclavizados y despojados de la pequeña fortuna que lograron hacer; y la de Iturbide Ayón, que busca vengar 100 años después a sus antepasados Tao y Gao Yang.Expresa que ubica la novela en Sonora porque es de donde más información obtuvo acerca del racismo, la xenofobia y asesinato de migrantes chinos a principios del siglo XX, pero recuerda que este hecho ocurrió en varios Estados de la República Mexicana, como en Coahuila, Chihuahua e incluso Nuevo León. “La persecución de la comunidad china se extendió por todo el país, pero es cierto que en los estados del Norte es donde más población había porque llegaron a trabajar en las minas y en la construcción del ferrocarril”.Puntualiza que esta persecución se gestó desde el poder, “no fueron brotes de violencia aislados, fue un diseño político a través de un discurso racista que se les despojó de sus bienes, porque en pocas décadas ya se había convertido en una comunidad próspera y eso despertó la codicia de la clase política y empresarial mexicana”.Expresa que a la comunidad mexicana no le gusta reconocerse como clasista y racista, por eso es que contextos históricos como este deben conocerse para no olvidar lo que ha pasado, porque en la actualidad los mismos temas persisten. “Si no conocemos nuestras propias aberraciones como sociedad, difícilmente podremos corregir y tratar de construir una sociedad más incluyente. Finalmente, comparte Imanol que sigue trabajando en otra novela, mientras continúa con la promoción de estos libros.TOMA NOTA