Emprender una galería sin tener un espacio físico para mostrar las obras de arte que se desean vender puede sonar a una locura o un proyecto inviable, pero en 2018, la gestora cultural Alejandra Munguía y el artista y arquitecto Rodrigo González Castellanos aceptaron el reto de poner en marcha Galería Chica, pero en formato virtual, iniciativa que ha transitado por diversas etapas de consolidación y que recientemente celebró cuatro años de trayectoria.Para Munguía abrir una galería en un espacio físico no era una opción, al referir que en su experiencia como gestora cultural -egresada del ITESO- y consumidora del arte, era muy recurrente ver que solamente en las inauguraciones de algún proyecto o eventos muy puntuales, las galerías privadas solían tener gente y eso implicaba destinar dinero en renta o mantenimiento de un lugar que suele estar sin público la mayor parte del tiempo, por lo que ella y su esposo, Rodrigo González Castellanos, pensaron en la posibilidad de aprovechar sus recursos de otra forma para llegar a la misma finalidad: difundir el talento, motivar al coleccionismo y agilizar las formas de promoción mediante catálogos digitales.“Pensamos, hagamos un espacio para darle oportunidad a otros artistas, porque fichar a un artista es un compromiso y decidimos aventarnos ese compromiso con jóvenes artistas con un espacio online, no físico, porque yo veía que, en su mayoría, la gente va a las inauguraciones de las galerías de arte privadas, que están muertas, nadie las visita, es una renta que se está desperdiciando. Por eso hicimos Galería Chica online”.Pero no solo se trataba de abrir una plataforma web y subir las fotografías de las obras de los artistas que confiaron en Galería Chica en sus primeros pasos, pues Alejandra explica que el proyecto se gestionó durante meses para ofrecer una experiencia especial desde su portal (www.galeriachica.com -actualmente en renovación-), en donde establecieron su dinámica de trabajo para fichar artistas, crear y organizar catálogos, tener opciones de pago y métodos seguros de envío. “Tener una renta fija está totalmente desperdiciada si sólo las personas van a ir a la inauguración, porque también muchas ventas se hacen online, por correo, te piden que les mandes el PDF -de las colecciones e información de las obras- así empecé a ver que se estaba moviendo en Guadalajara las ventas de arte”.Hacia nuevos públicosSi bien existe un nicho especializado de compradores y coleccionistas de arte, Alejandra Munguía y Rodrigo González Castellanos tenían claro que hay un sinfín de sectores no contemplados en el mercado artístico, desde aquellos artistas que poco a poco van consolidando su carrera pero aún les cuesta trabajo posicionarse, pero también estaba el público que no se anima a comprar arte ya sea por cuestiones de precios o considerar que no son un público candidato a esto.“En México no había este tipo de formatos como Galería Chica, sí empezaban plataformas para ofrecer un catálogo online, pero creo que en ese momento, en 2018, hicimos una búsqueda para ver qué había y comenzaban los formatos híbridos, quizá hasta 2019 fue cuando hubo un ‘boom’ de espacios online”.Con esto mente, Galería Chica se ha dado a la tarea de vincularse con artistas que han pasado de la etapa emergente y progresivamente van ampliando su trayectoria, estableciendo con ellos un contrato que permita a ambas partes ganar, pues Galería Chica se responsabiliza de enmarcar las obras cuando son compradas y se hace cargo del envío para que las obras lleguen en perfecto estado al comprador, un elemento que ha sido clave para que a la fecha este proyecto haya vendido 200 obras a lo largo de cuatro años de historia mediante su plataforma digital.“Vendemos obra de tamaño chico, porque también vimos otro problema, los envíos, que es dificilísimo enviar obras de arte, que lleguen bien, por eso manejamos un tamaño que pudiéramos enviar sin comprometer la obra y el bolsillo del coleccionista. Al principio fue difícil encontrar artistas que se quisieran sumar, que entendieran el proyecto, aún seguimos en la búsqueda de artistas que comprendan que somos una galería online, que no somos convencionales, que no te harán miles de exposiciones, nosotros hacemos nuestros eventos cuando tenemos oportunidad de colaborar con otros espacios”.Como directora y también curadora de Galería Chica, Alejandra Munguía resalta que han logrado una vinculación más directa con el público, en especial, con aquellos debutantes en el coleccionismo y que mediante este proyecto han encontrado un mercado con precios justos y accesibles para todas las partes involucradas.“Ha sido mucho trabajo, pero también es hacer una buena estrategia. Las obras de arte que manejamos son con precios accesibles entre todo lo que hay en el mercado arte, con nosotros van desde los tres mil hasta 20 mil pesos. Tenemos un estándar de precios, por eso nosotros controlamos el enmarcado y envíos para que no se incremente el costo de la obra y sea un ganar-ganar para todos, para el artista, el coleccionista. Es algo meticuloso, ahí vamos, ha tenido resultados, hemos vendido más de 200 obras de arte online y en los eventos físicos”.Alianzas estratégicasAlejandra Munguía recalca que el objetivo de Galería Chica siempre será enfocarse en la promoción y venta en línea, sin embargo, han surgido propuestas que han llevado al proyecto a emprender actividades presenciales con exposiciones en Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México y hasta en Madrid (España), lo que ha implicado nuevos desafíos para montar exhibiciones físicas temporales pese a no tener un espacio propio, teniendo entre sus primeros artistas a: Hiram Constantino, Karian Amaya, Juan Manuel Salas, Rodrigo González Castellanos, Yair Romero Sirkoski y Miriam Salado, por ejemplo.“Ahora los artistas nos mandan su obras y se enmarcan sólo cuando vamos a tener un evento presencial o cuando ya se vende la obra. En un principio hicimos la inversión de enmarcar todas las obras para poder hacer un registro e información, así tuvimos que hacer un evento para presentar el proyecto, porque a la gente le costaba trabajo entender cómo era el proyecto, cómo funciona una galería online”.De esta forma, vivieron sus primera exposición presencial en Casa Pajarito en febrero de 2019, el año en que más movilización tuvieron fuera de su oferta digital, pues así comenzó uno de los conceptos insignias de Galería Chica con “Transitante 1.0”, exposición que ha llegado hasta su versión “Transitante 4.0”, así como la exposición “Sólo foto” enfocada a la fotografía.“Antes teníamos una agenda más estructurada, después de la pandemia fue un desastre, pero nos organizamos si teníamos que ir a una feria, seleccionar a los artistas o trabajar con colaboraciones. A los artistas se les manda con contrato para que nos envíen las obras que seleccionamos, las tenemos, las enmarcamos, y así el artista no tiene ese gasto de enmarcarlas y enviarlas, nosotros absorbemos esa parte, tampoco cobramos las comisiones de las tarjetas de crédito cuando alguien paga así en la página web, así funcionamos”.Actualmente la plataforma digital de Galería Chica se encuentra en un proceso de renovación; sin embargo, Alejandra Munguía comparte que siguen activos en https://www.artsy.net/partner/galeria-chica y en su perfil de Instagram: galeriachicamx.