Sábado, 30 de Noviembre 2024

Gabriela Riveros experimenta con la palabra

La autora publicó la novela “Destierros” y el poemario “En la orilla de las cosas”; en entrevista, charla sobre ambos libros

Por: El Informador

“Destierros” y “En la orilla de las cosas” se publicaron en junio pasado y prácticamente en la misma semana. EL INFORMADOR/J. Pérez

“Destierros” y “En la orilla de las cosas” se publicaron en junio pasado y prácticamente en la misma semana. EL INFORMADOR/J. Pérez

La escritora regia Gabriela Riveros publicó un par de libros durante el pasado 2019: La novela “Destierros” (Lumen) y el poemario “En la orilla de las cosas” (Vaso Roto). Ambos libros se publicaron en junio pasado y prácticamente en la misma semana: “Son como unos mellizos, en su composición ‘En la orilla de las cosas’ tiene las encrucijadas, los nudos y el destilado de la novela”.

Desde el inicio de su carrera literaria, con “Tiempos de arcilla”, la autora mezcla el influjo de la narrativa con la poesía, al incluir relatos y poemas: “A lo largo de los años he escrito poesía al margen, como el título: ‘En la orilla de las cosas’”. En cuanto a la narrativa de largo aliento, el deseo de escribir novela data de finales de los años noventa, hasta el comienzo de la escritura de “Destierros”, en 2013, cuando decidió recurrir a sus anotaciones para darle vida a esta historia: “Había momentos en los que se detenía la escritura de la novela y me llevaba al camino de la poesía. Por meses detenía esta reconstrucción de los apuntes para la novela, para trabajar el lenguaje con una manera más minuciosa: los poemas”.

La novela tiene dos pilares narrativos: “Julia” y “Helena”. Una de ellas conduce por la carretera en el desierto norteño cuando sufre un accidente en el que la dan por muerta. La novela hilvana los destierros personales de “Julia”, las crisis y culpas, con los destierros de la vida mexicana, que son los que lleva “Helena”. En la historia de “Helena” se cuenta la vida de cuatro generaciones mexicanas: “Allí vemos los destierros de México, lo que no se cuenta en la historia. Los feminicidios en la revolución, los migrantes en los ochenta y los de ahora, los muertos del narcotráfico, los estudiantes muertos del 68”.

La música está presente por la profesión de una de las protagonistas (“Julia”): “Ella elige una profesión, ser pianista, pero hay algo que le impide serlo, por los entramados sociales y las expectativas, cómo a veces no nos damos permiso de ser lo que queremos ser, las decisiones y culpas que cargamos”. La novela tiene un código QR donde se vincula a internet para escuchar la música para leer el texto con la banda sonora propuesta por la escritora.

Con formación en literatura, la música es parte también de la educación de Riveros: “Mi principal maestra ha sido la música, más que autores. Aprendí a leer notas y letras a los cinco años. Por mucho tiempo estudié piano, igual que el personaje de ‘Julia’. En todo lo que escribo tiene mucho peso el ritmo, la sonoridad de las palabras. Para mí todo eso tiene un significado. En ese sentido la música me introdujo a la poesía. Gracias a la carrera tengo las lecturas de los poetas del siglo de oro español, luego me fascinó García Lorca, después Alejandra Pizarnik, Paz, Gorostiza. Me encanta la novelista Cristina Rivera Garza”.

Otros grandes autores

Sobre la poesía y el sello editorial que recibe su poemario (Vaso Roto), Gabriela comentó parte del catálogo: “Vaso Roto ha publicado unos libros extraordinarios de Sandra Lorenzano, Luis Armenta Malpica, Nanof de Enzia Verduchi, que me pareció extraordinario”. De Nuevo León, Gabriela Riveros destacó a las poetas Dulce María González (1958-2014) y Minerva Margarita Villarreal (1957-2019).

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