El pasado jueves 23 de febrero a las 19:00 horas, en el marco de Guadalajara Capital Mundial del Libro, se presentó el escritor mexicano Xavier Velasco, junto a su colega Marçal Aquino, escritor Brasileño, en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas, con el afán de compartir sus experiencias en torno a la creación literaria y la escritura de guiones cinematográficos, puesto que ellos consideran que son dos profesiones muy distintas. "Recientemente me interesé en escribir guion" arrancó Velasco, quien comentó que su libro "El Diablo guardián" había sido adaptado a la pantalla chica en una serie de Amazon Prime. Entre risas comentó que no tenía ni idea de en qué libro se habían basado, ya que en la segunda temporada no pudo encontrar retazo alguno de lo que él plasmó en su historia. "Es necesario aceptar que, una vez que aceptas que adapten tu novela, no vas a ver tu novela en la pantalla. Vas a ver cualquier cosa menos tu novela". Aquino lo miraba divertido mientras asentía con la cabeza y, cuando tomó la palabra, ahondó en la problemática de querer reproducir en el cine lo mismo que en un libro. "Es imposible" dijo "El libro siempre va a ser mejor. Siempre. La literatura es superior al guion". Tras esta aseveración, el autor platicó sobre su experiencia como guionista, al tiempo que aseguró que lo hace para poder pagar las cuentas, porque los libros no venden tan bien, y "las plataformas son donde está la plata", sin embargo, su mayor pasión es sentarse a escribir su propia historia, a través de su imaginación y la posibilidad de jugar con el lenguaje. "La literatura no tiene límites, el cine sí" Marçal ahondó en la presión que se puede llegar a sentir como guionista, ya que debe pensar de manera constante en el presupuesto, mientras que en la literatura todo depende de la imaginación, es decir, podría escribir un mundo fantástico muy complejo que el lector visualizaría en su mente, en cambio, en el cine todo eso tiene un precio porque debe convertirse en una imagen. "Recuerdo que una escena puse que entraban dos camareros. Mi productor lo leyó y dijo que dos a lo mucho, porque era muy caro" explicó el autor de "Yo recibiría las peores noticias de tus lindos labios" Velasco, por otro lado, comentó que para él es mucho más complejo escribir una novela porque es necesario trabajar con la forma en que se escribe y, por medio de palabras, guiar al lector y crear toda una atmósfera y ambiente, mientras que el guion le resulta una actividad entretenida donde no existe el problema de quebrarse la cabeza buscando la palabra perfecta. "Soy un vicioso de las palabras, en el cine no hay eso". Marçal también comentó que los directores de cine son los que tienen la última palabra, puesto él puede escribir un guion y, en una decisión final, podrían cambiarse muchas cosas. "En la novela no sucede eso, la novela me pertenece solo a mí, y jamás estoy pensando en quien la va a leer. Cuando escribo literatura soy feliz, pero eso no paga facturas" recordó con un encogimiento de hombros. "Y Brasil no es como en México, que sale una película y todos comienzan a comprar el libro. No, en Brasil no sucede eso" "El libro siempre es mejor porque es otra cosa" aseguró Aquino. Xavier Velasco regresó a sus días de universidad cuando compartió con la audiencia que él estudió letras y se aburrió terriblemente por la cantidad de teoría, entonces prefería escaparse a la cineteca y devorar películas al tiempo que reconocía el arte de contar historias a través de las imágenes. "Por un momento sentí que el cine era más libre, incluso tuve la idea de ser actor" rio y prosiguió con que el cine era mucho más "relajado". Marçal explicó que, muchas veces, la industria del cine podía ser muy complicada, que era un ambiente difícil y las personas rara vez querían tomar riesgos, principalmente porque suele ser más comercial. "En el cine hay que conseguir la plata para producir, y para eso debe gustarles a todos el proyecto" añadió el autor "rara vez quieren tomar riesgos. Una vez no querían darnos plata para una gran película solo porque el nombre les parecía grosero. Recuerdo que azoté la palma contra la mesa y les dije que había que arriesgarnos" Los autores incitaron al público a leer y escribir sobre aquello que los apasionara, sin miedos y sin ataduras. "El escritor debe pensar cómo sobrevivir" comentó Aquino, y dijo que él hacía cine para generar "plata" mientras que en la literatura buscaba arriesgarse. Xavier Velasco, de igual manera, habló de la atención que prestaba a sus novelas. "Quiero crear algo que sea mejor que yo, y eso requiere de toda tu fe y coraje" En la parte final de la conferencia, los autores respondieron algunas preguntas del público. La primera pegunta vino del gestor cultural, Martín Solares, quien preguntó qué director de cine elegirían para llevar a la pantalla grande alguna de sus obras. Tanto Aquino como Velasco coincidieron en que se sentían identificados con el estilo de Martin Scorsese, puesto que lograba trasmitir la profundidad de los personajes y los volvía "más reales".Más tarde, un joven de la audiencia cuestionó si, algún día, un escritor de guion podría ganar un nobel de literatura. Los autores se miraron entre sí, contrariados, y aseguraron que no, que jamás, que aquello era impensable. Aquino aseguró que no se podía comparar una cosa con la otra, y que debía que darle a cada cosa lo que le correspondía, y Velasco coincidió diciendo que él no aspiraba a un nobel de literatura, pero que mucho menos a un Arial o a un premio Óscar por sus novelas. "Creo que no deben mezclarse ciertas cosas" La charla finalizó con un aplauso entusiasmado y el agradecimiento del público hacia los autores. La noche cerró con la firma de autógrafos. SL