El pasado jueves 13 de abril se presentó en la Universidad Jesuita de Guadalajara, ITESO, el monólogo de la obra "La fila india" del escritor mexicano Antonio Ortuño, en la que se exponen las vicisitudes a las que se enfrentan los centroamericanos al cruzar México con la finalidad de llegar a la frontera. La puesta en escena se realizó en el Blackbox, un recinto reducido de luces tenues donde una mujer aguardaba la llegada de los espectadores sentada en una caja de madera. La obra dio inicio a las 17:00 horas, cuando la mujer alzó la voz y encarnó a Irma (la Negra), protagonista de la novela, y relató su historia con los distintos matices que conlleva verse envuelta en una situación tan compleja. El personaje numeró entonces los nueve círculos del infierno, cada uno de ellos ahondaba en un nuevo horror para los migrantes. La primera prueba consistía en dejarlo todo para después saltar a las manos de "Los polleros", hombres encargados de transportar ilegalmente a los centroamericanos por todo el país. "Una vez firmas con los polleros, tu vida y tu culo les pertenece" sentenció Irma. Más tarde el reflector señaló a los funcionarios corruptos, los centros de migrantes donde más bien los detenían y el crimen organizado en que el que se podían ver envueltos mucho antes de llegar a Estados Unidos. Irma señaló las condiciones precarias en las que se realiza el viaje, sin agua y sin comida la mayor parte del tiempo, cernidos por el sofoco y el miedo constante. La actuación de Gabriela mantuvo la atención de la audiencia en todo momento, reían cuando la situación lo ameritaban y contenían el aliento ante las injusticias representadas. La historia da inicio cuando Irma se muda a Santa Rita y es la encargada de repatriar los cuerpos de un grupo de migrantes incinerados. Es así como conoce a una mujer centroamericana, viuda de uno de los asesinados en el centro de migración, y le cuenta su historia. Irma y Yein comparten un vínculo silencioso apenas se conocen. La protagonista empatiza con la migrante y se compromete a ayudarla en todo lo que sea necesario, aunque Yein lo único que considera relevante es la venganza contra aquellos que los atacaron. En un huracán de amenazas, información falsa y relaciones henchidas de secretos, Irma termina temiendo por su vida, de la misma manera en que hacen los migrantes centroamericanos. Gabriela representa el horror y el miedo, la impotencia y la ignorancia en un monólogo poderoso donde su cuerpo y su voz representan a todo un grupo de migrantes que se enfrentan a un México de fuego día con día. SL
