Otorgar el beneficio de la duda es algo que Wendy Guerra propone en “El mercenario que coleccionaba arte”, su más reciente publicación en la que, desde la ficción, desmenuza la verdad de aquellos que fueron protagonistas de conflictos políticos, pero desde la figura del antihéroe.“Es una necesidad histórica y casi posmoderna, siempre digo que la Revolución Cubana tenía toda una popularidad en los años 60, 70 y 80 donde aparecen todas estas guerrillas formadas desde el Congo, pasando por Bolivia, Nicaragua, y me preguntaba como cubana nacida durante la Revolución, quiénes eran los que mataron al ‘Che’ Guevara, quiénes eran los que hacían la contrarrevolución, quiénes se pusieron de resistencia frente a los pequeños y grandes brotes revolucionarios”.Bajo el sello de Editorial Alfaguara, Wendy Guerra ahonda en la vida de un carismático mercenario, que ha sobrevivido a la persecución en Estados Unidos y América Latina en donde despertó el terror, sin olvidar sus pasos como pieza clave en los cárteles colombianos y actuó contra el mando de la Unión Soviética, el Sandinismo y Fidel Castro.Guerra destaca que parte esencial de esta novela es la investigación que realizó acudiendo a los archivos históricos que abonan a la construcción de este mercenario y sus pasajes de vida.“Los archivos históricos latinoamericanos, muchos de ellos están cerrados y sellados... Y pasión por estos archivos también dan paso a una saga literaria y ahí vamos los escritores para abrir esta caja de Pandora, para saber quiénes son estos antihéroes, como este aparente coleccionista que está en Miami, pero resulta que es uno de los dueños de los secretos de la resistencia”, destaca la escritora al reforzar el misterio de este singular personaje que, dentro de sus claroscuros, se esconde también tras otras personalidades.“Este tipo de personajes bien te pueden explicar cosas que desdicen lo que te cuenta la historia oficial de Cuba, pero también cosas con las que comulgas o no, está lleno de verdades y contradicciones históricas para mí y él mismo. Es una novela que no se pone a favor de la Revolución Cubana ni en contra, es como la vida misma, un espejo de lo que pasó desde la ficción”.La autora adelanta que en un futuro, esta historia del mercenario dará paso a otros personajes bajo la misma línea: “Quiero ir más allá de dar el nombre, no solo de este protagonista; sino protagonistas jerárquicamente superiores a él”.“El mercenario que coleccionaba obras de arte”, de Wendy Guerra, hoy a las 19:30 horas en el Salón Agustín Yáñez, planta alta, Expo Guadalajara.
