Si hay alguien que sabe mezclar el humor y la política es Falcón, el caricaturista tamaulipeco más tapatío que ha marcado un estilo peculiar a la hora de retratar el acontecer social y las cúpulas de poder a través del humor ácido y bastante analítico, desde 1981.En la búsqueda de oportunidades, Manuel Falcón llegó a la metrópoli, aunque sus primeros ejercicios en el cartón político no iniciaron en la capital jalisciense, los años lo han situado como uno de los caricaturistas más emblemáticos de Guadalajara con sus personajes que reclaman, desde la picardía, el descontento social, los resbalones y polémicas de los protagonistas políticos y la misma idiosincrasia de los tapatíos.“Con la caricatura doy registro con sentido del humor de la clase política local, empresarial, de los religiosos, todo esto puede borrarse de la memoria histórica que tenemos como individuos y como sociedad. Cada cartón es una especie de seguimiento histórico que son claves para entender a Guadalajara y Jalisco. He publicado diario desde que llegué aquí”.Falcón no solo ha forjado a docena de personajes de la localidad, también ha sido pieza clave e insignia para generaciones completas de dibujantes que han encontrado en su humor y trayectoria, la plataforma creativa y laboral para seguir luchando por la libertad de expresión desde la gráfica.“Cuando empecé a dibujar en Jalisco había censura total, se abrió esa puerta de poder brincar la censura, lograr esa satisfacción, los editores te decían que el trabajo era ilustrar notas y nosotros decíamos que no, nosotros queríamos hacer crítica, pero tampoco te daban crédito, yo nunca acepté eso”, explica Falcón al recordar uno de esos proyectos que marcaron por siempre el desarrollo gráfico de Jalisco: la revista “Galimatías”, junto a Jis, Trino y otros personajes del ámbito artístico como la banda El Personal, encabezada en su momento por Julio Haro.El cartonista puntualiza que si bien la tecnología y en particular las redes sociales han ayudado a que la información se difunda de manera inmediata y abierta a cualquier parte del mundo, la caricatura política ha tenido que adaptarse a las nuevas dinámicas de consumo, entendimiento y creación de contenidos.“Ahora con las redes puedes adelantarte a la noticia del día siguiente, ya todo es en el momento, si esperas mucho quizá tu nota o tu ilustración ya es vieja, hay un nuevo lenguaje gráfico para las nuevas generaciones, pero nosotros también tenemos que incorporarnos al vértigo de lo digital”.“La Catrina” se queda en casaEl trazo final del XVII Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta llegó con Falcón, el cartonista “tapatío” que fue merecedor del Homenaje “La Catrina”, que reconoce la labor artística de aquellos críticos políticos y sociales que a través del dibujo reflejan la crudeza del ambiente político desde el ingenio y la reflexión.Durante la premiación, amigos y colegas, como el monero Trino, aplaudieron que la presea finalmente llegara a manos del talento local en un afán de reconocer el impacto que el quehacer regional puede tener más allá de los límites estatales.Por su parte, Raúl Padilla, presidente de la FIL, destacó las características críticas que han consagrado al estilo de Falcón: “Ya era hora de galardonar a uno de los grandes talentos que tiene nuestra ciudad, Falcón representa a toda una generación de artistas gráficos. Este hijo adoptivo de Guadalajara es referente en la jerga cartonera, desde su llegada es uno de los protagonistas de la vida cultural jalisciense”.
