Reconocido por su ingenio y capacidad para abordar temas sociales y políticos desde la caricatura, Darío Castillejos será galardonado con el Homenaje de Caricatura La Catrina 2024. Este reconocimiento, otorgado por la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), celebra la labor de artistas que, como Castillejos, reflejan el descontento social a través de la gráfica. La ceremonia tendrá lugar el sábado 7 de diciembre, a las 13:00 horas, en el Auditorio Juan Rulfo. Con una trayectoria que combina creatividad, crítica social y preservación de la identidad cultural de México, Castillejos ha destacado como presidente de Cartonclub, “El club de la caricatura latina”, y ha colaborado en medios como El Imparcial de Oaxaca, Foreign Affairs Latinoamérica y El Chamuco. Además, sus obras han sido publicadas en importantes diarios internacionales como Le Monde, The New York Times y Le Temps. “Es un privilegio, un honor, integrarme a la fila de los grandes dibujantes que han sido reconocidos con este Premio La Catrina. Realmente estoy muy sorprendido, pero también muy contento, muy feliz de ser considerado. No cabe más que la alegría y disfrutarlo”, expresó en entrevista con EL INFORMADOR. El trabajo de Darío Castillejos se centra en temas políticos y sociales, con una fuerte defensa de los derechos humanos. Sin embargo, el panorama actual para los caricaturistas presenta retos considerables, desde la censura hasta los riesgos que implica tocar temas sensibles en una sociedad cada vez más polarizada. “Los tiempos a nivel global se han complicado. El mundo nos da sorpresas inesperadas, pero los políticos, aunque no dejan de sorprendernos, siguen los mismos patrones de antaño: la soberbia por el poder y la corrupción. Quizás hoy son más extravagantes, incluso un poco más cínicos”, comentó el caricaturista, destacando que, a pesar de los cambios, los problemas fundamentales permanecen. El propio Castillejos explicó cómo sus inicios en el cartón político estuvieron marcados por su paso por la universidad.“Yo estudié la carrera de Derecho, y ahí es donde yo empiezo a tomar conciencia política. Recuerdo que en la carrera tuve la oportunidad de checar las listas de asistencia de los alumnos que estábamos inscritos en ese grado y encontré el nombre de un político, entonces cuando hago el cuestionamiento a la administración de la escuela me dicen que en efecto, el asiste a la clase; le digo que el problema es que tenemos un año y nunca lo he visto yo en la clases y me responden que está estudiando alguien a su nombre. Mirando estas cosas que sucedían veo que la política trabaja así, a base de ciertos vicios y empiezo a ser crítico en la universidad y de ahí es cuando empiezo a publicar en un pequeño diario en Oaxaca, a levantar un poquito más la voz a través de la gráfica”, señaló Castillejos.Sin embargo, este camino no ha estado exento de peligros. Aunque Castillejos reconoce que ha sido afortunado al evitar amenazas graves, señala que las condiciones para los periodistas y caricaturistas han cambiado. “A nosotros nos tocó un terreno más plano, pero hemos recibido sorpresas como amenazas veladas o citas extrañas. Además, nos enfrentamos a un enemigo que parece invisible: la delincuencia organizada. Hoy, las líneas entre autoridad y delincuencia están tan entrelazadas que es difícil distinguirlas. Esto nos hace más vulnerables”, explicó. GALARDONESDarío Castillejos ha sido merecedor de múltiples reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Periodismo “José Pagés Llergo” y el Grand Prix, además de premios como Rostros de la Discriminación “Gilberto Rincón Gallardo”. Su obra destaca por abordar problemáticas de gran relevancia, como la desigualdad, la corrupción y la discriminación, siempre con un enfoque crítico y reflexivo. El Homenaje de Caricatura La Catrina, establecido en 2002, celebra a artistas gráficos cuyo trabajo ha tenido un impacto significativo en la sociedad. Inspirado en la icónica figura creada por José Guadalupe Posada, el premio ha sido otorgado a figuras como Eduardo del Río “Rius”, Joaquín Salvador Lavado “Quino” y Gabriel Vargas. Sobre lo que dirá al recibir el premio, Castillejos comentó entre risas: “Nosotros (moneros) somos mejores dibujando que hablando, entonces a lo mejor me pongo a hacer ahí un cartón en vivo para poder explicar lo que siento, pero prepararemos algo sin duda; ya tengo algunas ideas. Siempre el ambiente entre moneros se vuelve muy poco formal, algo irreverente y trataremos de estar a la altura y decir algo que cuando menos honre ese momento”, finalizó.En tiempos de hiperconectividad y sensibilidades sociales, los caricaturistas también enfrentan la censura derivada de la corrección política. Castillejos reflexiona sobre cómo este fenómeno ha impactado su obra. “Hoy, hay una tendencia a censurar en aras de una cuestión progresista. Me han acusado, por ejemplo, de racista porque en un dibujo usé una gama de un sólo tono en los personajes. Llegamos a cosas tan absurdas que debemos aprender a lidiar con ellas. Yo trato de hacer mi trabajo sabiendo que es una visión personal y crítica, sin favoritismos hacia ninguna idea sobre todo política”, puntualizó. AGENDA