El escritor, poeta y ensayista mexicano Julián Herbert regresó a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para presentar su más reciente obra: "Overol: Apuntes sobre la narrativa mexicana reciente". Este volumen, que analiza la literatura producida entre 2019 y 2024, ofrece una perspectiva crítica sobre la narrativa mexicana actual, enfocándose en autores de diversas generaciones.Durante una conversación con EL INFORMADOR, Herbert explicó que el libro está compuesto por tres secciones diferenciadas. “La primera sección incluye ensayos más extensos sobre temas relacionados con la tensión entre ficción y no ficción, analizando a autores reconocidos como Yuri Herrera, Cristina Rivera Garza, Valeria Luiselli y Fernanda Melchor. La segunda parte se centra en libros específicos, como Casas vacías de Brenda Navarro, e incorpora diez mini reseñas de novelas recientes escritas por autores más jóvenes. Finalmente, la tercera sección, ‘Relecturas’, es una reflexión sobre autores clásicos como Luis Zapata, José Agustín y Gustavo Sainz, con una figura central que es José Revueltas”, detalló el autor.Uno de los temas abordados en la conversación fue la situación actual de la crítica literaria. Herbert señaló que, aunque se debate su vigencia y relevancia, sigue existiendo y tiene un público específico. “La crítica literaria tiene pocos lectores, pero creo que es un producto dirigido a aquellos interesados en desarmar el ‘carrito de la literatura’, en entender cómo está hecha, más allá de opiniones superficiales. En este libro, me interesaba dialogar con ese tipo de lector y destacar obras que no necesariamente son las más vendidas o promovidas en medios digitales”, afirmó.Herbert también reflexionó sobre la influencia de las redes sociales y la promoción literaria contemporánea. “Ahora los medios digitales parecen dictar lo que se debe leer. Sin embargo, hay libros y narradores interesantes que no siempre son comerciales, y este libro busca visibilizarlos. La crítica no solo interpela a los escritores, sino también a los lectores”, agregó.Herbert no solo es escritor; su carrera abarca la música, la enseñanza y la promoción cultural. Al ser cuestionado sobre cómo maneja esta diversidad creativa, utilizó una analogía futbolística: “Me gusta la metáfora de Lothar Matthäus, quien comenzó como delantero y terminó su carrera como defensa central. Yo empecé escribiendo poemas, luego narrativa, y ahora me he enfocado en ensayos, guiones de cine y televisión. Actualmente, estoy más interesado en la música; acabo de terminar un disco con mi banda, Los Tigres de Borges”.Sobre su incursión en la música, Herbert destacó el carácter colaborativo de este arte: “Escribir guiones y hacer música tienen en común que son procesos colectivos. Nunca he escrito una canción solo; trabajo con otros músicos, especialmente con Héctor Zárate, guitarrista de mi banda. Esta dinámica de colaboración se refleja también en mi trabajo literario. Para algunos ensayos de Overol, entrevisté a autores como Yuri Herrera, Cristina Rivera Garza y Verónica Gerber, y dialogué con críticos como Fernando Bañuelos y Nayeli García Sánchez”.En cuanto a su proceso creativo, Herbert reveló que sigue una rutina estricta y organizada. “Paso las mañanas en actividades como ejercicio, meditación y lectura. Escribo de 5 de la tarde a 9:30 de la noche todos los días. Planifico mi semana con anticipación, dedicando días específicos a cada proyecto. Si doy clases, por ejemplo, las programo los miércoles, y los ensayos con la banda suelen ser los martes. Esta estructura me permite mantenerme productivo en múltiples disciplinas”, explicó, aunque enfatiza que antes esto no era así.MF