Esta tarde, desde el salón Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), se llevó acabo el Homenaje al Bibliotecario 2024 para Jesús Alberto Arellano Rodríguez, originario de Torreón, Coahuila, pero radicado en Mérida, Yucatán.Durante el reconocimiento la destacada labor por 50 años del Dr. Arellano, se resaltó que ha sido un destacado profesional de la información e incansable promotor de las bibliotecas mexicanas. Actualmente, el maestro Arellano es responsable del Centro de Documentación de la Cultura Maya en la Universidad Autónoma del Estado, mismo que reúne la producción bibliográfica de los autores locales y de quienes escriben sobre cualquier temática relacionada con la entidad.Durante su discurso, Arellano resaltó cómo se ha desarrollado el esquema de las bibliotecas. "El trabajo bibliotecolológico y del profesional de la bibliotecología acompaña y facilita. Pero el buen bibliotecario que tiene una formación sólida y conoce sus áreas, es fundamental para cualquier cosa por más tecnológico el avance que se tenga".Además, felicitó a la FIL por abrir espacios sobre bibliotecas y bibliotecología, porque subraya que hay muy pocos en el país. Resaltó también la importancia de que el bibliotecario siga siendo el puente entre la información que se produce y los usuarios que la necesitan. "Sobre todo porque la biblioteca debe ser un bien común y el principal objetivo de ésta debe ser el fomento al aprendizaje y al conocimiento, pero sobretodo, hacerlo accesible a todos".Sin embargo, le gustaría ver más información sobre bibliotecas y bibliotecología mexicanas, para seguir discutiendo sus dificultades y logros. Pues a pesar de los avances que se han dado en los servicios bibliotecarios en México, las bibliotecas públicas que son más de siete mil y que emplean a al rededor de 16 mil personas, no cuenta con más de 200 profesionales en bibliotecologia en todo el país."Solo para ilustrar la dimensión del problema en las bibliotecas públicas en México, en el periodo 2013 a 2018, que es la información más reciente que tengo, se adquirieron en promedio 65 ejemplares por biblioteca, o sea, cada biblioteca, de las siete mil que hay, recibió 10 piezas documentadas".Y en el caso de las bibliotecas escolares que son alrededor de 200 mil en el país, se ha reportado que los materiales documentales existentes no están catalogados, los espacios son inadecuados, tienen escasa conexión a Internet y el personal que atiende los servicios no ha sido capacitado. "Los servicios son prácticamente inexistentes".Sin embargo, las bibliotecas de educación superior y de investigación son las que tienen mejores características, "en las duales yo he trabajo toda mi vida, pero hay grandes contrastes entre las universidades públicas estatales con las tecnológicas y de reciente creación". Finalmente también llamó a poner atención al espejismo que produce el Internet pensando que solo este puede ser la única fuente de información o mejor que las ya existentes. Y ante todo este panorama que pone de manifiesto, señala que hay mucho por hacer desde todos los ángulos.En el presidio estuvieron acompañando a Arellano, Héctor Raúl Solís Gadea, vicerrector ejecutivo de la Universidad de Guadalajara (UdeG); José Trinidad Padilla López, presiente de la FIL; Marisol Schulz, directora general de la FIL; Sergio López Ruelas, director del Sistema Universitario de Bibliotecas de la UdeG; Carlos Alberto Estrada Pinto, rector de la Universidad Autónoma de Yucatán y Celia Mireles Cárdenas, directora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. YC
