Joaquín Salvador Lavado -Quino- creó a Mafalda como propaganda para una campaña de electrodomésticos. Nunca sospechó que aquella niña despeinada, de pensamiento desaforado y corazón inmenso, sería considerada “peligrosa” para la dictadura argentina, que sería traducida a más de 30 idiomas, y que se convertiría en uno de los iconos culturales más grandes de América Latina. Durante la 37 Feria Internacional de Libro (FIL) en Guadalajara, se realizó un homenaje a la niña argentina más querida por Iberoamérica, y su universo irrepetible.En el homenaje, que contó con la presencia de Benito Taibo y el editor de Mafalda, Daniel Divinsky, se conversó con el público tapatío sobre estos personajes que han acompañado a incontables generaciones; Mafalda, Guille, Felipe y Susanita, Miguelito y Manolito, Libertad. Benito Taibo inauguró la tarde con un chiste que sólo los verdaderos fanáticos de Mafalda descifraron; “a quien le guste la sopa, que por favor se retire de la sala”. Taibo y Divinsky divagaron por la historia de Mafalda, su autor, las innumerables razones que la sacaron de Argentina y la convirtieron no sólo en americana total, sino en una estrella querida en todo el mundo. TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Marcos Guardiola recibe el catorceavo premio Iberoamérica Ilustra en la FIL 2023Fue una tarde de anécdotas. De cómo el Nobel José Saramago le confesó a Quino, con su español impreciso, que Mafalda había sido su primera maestra de filosofía. De cómo en Italia era casi considerada un icono nacional. De cómo un editor quiso llevar a Mafalda a los Estados Unidos, y de cómo su tentativa fracasó cuando le confesó a Divinsky que “Mafalda era demasiado sofisticada para los niños norteamericanos”. De cómo Benito Taibo, en su juventud, se encerraba en el baño por demasiado tiempo a leer Mafalda y se carcajeaba hasta que su padre lo sacaba cuando comprendía que lo que su hijo había estado haciendo era leer, y en ningún caso los vicios del onanismo. Benito Taibo destacó que Mafalda es atemporal: No corresponde a ningún tiempo, sino a todos. En tiras escritas hace más de medio siglo, Mafalda le pone un curita a su globo terráqueo, en concreto a la franja de Gaza. En otra secuencia, Mafalda escucha desconsolada cómo el Papa hace un llamado a la paz. Han pasado décadas, y abrir las páginas de Mafalda siguen siendo un reflejo de nuestros tiempos. “Si algo nos enseña la historieta es que la imbecilidad humana no tiene fecha de caducidad”, afirmó Taibo.TE PUEDE INTERESAR: ¿Cuándo es la venta nocturna de La FIL 2023?, encontrarás grandes descuentosDivinsky, por su parte, afirmó que esta atemporalidad de Mafalda era una característica que entristecía a Quino, porque eso significaba que no había servido para nada, que nada había cambiado: Que todo seguía igual. Cuando en la ronda de preguntas uno de los asistentes preguntó que habría dicho Mafalda sobre el nuevo presidente electo de Argentina, Javier Milei, Daniel Divinsky dio una respuesta rotunda. “Quino no acostumbraba a usar malas palabras” afirmó, y finalizó: “pero con Milei haría una excepción”. Mafalda, la niña despeinada, indómita, humana como ninguna, tantos años más tarde, sigue siendo un espejo de nuestras sociedades, de América Latina: de nosotros mismos.Mantente informado en nuestro canal de difusión AQUÍ.SR
