El escritor español Santiago Posteguillo (Valencia, 1967) se encuentra de visita en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para presentar su más reciente publicación, el primer volumen de la biografía novelada del emperador romano Julio César que, bajo el título de “Roma soy yo” (Ediciones B, 2022), considera el autor que se trata ya de su “mayor desafío literario”.Como proyecto pensado para abarcar seis libros, detalla el español en entrevista con EL INFORMADOR: “Siento que nací para escribir esta serie, el origen está en toda mi vida; lo que pasa es que a medida que cobras conciencia de lo que piensas, sabes que necesitas armarte de conocimientos y técnica para poder hacerlo bien. Creo que me ayudó escribir primero sobre Escipión, porque él explica de dónde viene Julio César; Trajano y Julia me hicieron ver que cualquier otro gobernante romano, después, se mira en Julio César como en un espejo (incluso hoy día)”.Dicho lo anterior, indica Posteguillo, “me equipo con todo eso y en un momento en que, creo, estoy en la madurez narrativa, debo acometer el proyecto, porque es de gran aliento y pensado para doce años, se necesita presteza de ánimo y fortaleza física. Ahora es que me considero preparado lo suficiente para intentar contar, de la forma más entretenida posible, la historia de Julio César”. La narración irrumpe con un episodio definitorio para Julio César, el proceso que se llevó contra el corrupto senador Dolabela, y el protagonista asume el papel de fiscal, pues hasta entonces (con 23 años de edad) “no había probado ser alguien de mérito”, comenta el autor, “pero se da a conocer ante el pueblo, porque los juicios eran públicos y, como abogado, pudo elegir otro y se decidió por uno donde arriesgó la vida (lo que dice mucho de él)”.Ese capítulo de su vida es poco conocido y, aunque se conocen datos generales y sentencia, refiere Posteguillo, “el juicio está perdido y ahí entra la labor del novelista histórico”. Así, un amigo suyo, catedrático de Derecho Romano en la Universidad de Valencia (con quien ha colaborado antes), “que me explica las partes y procedimientos de un juicio en el año 77 d.C. y ya equipado elaboro los diálogos e interrogatorios, que debe ser verosímil y encajar con el resto de los datos históricos; esa es la labor del novelista”. En este sentido, “Julio César está más presente de lo que parece”, afirma el autor, y se hace atractivo porque “está en el centro de la civilización romana, que es nuestro origen; eso interesa, de dónde venimos. Ahora, los jóvenes pueden interesarse en el personaje porque está cargado de ideales, posee la virtud y el error de la juventud, la virtud de la audacia, de creer que todo puede cambiar y que la justicia puede lograrse; el error de no darse cuenta de que la justicia, donde hay corrupción, no se consigue ni rápido ni fácilmente”.Ahora bien, continúa Posteguillo, “pero esa misma juventud es la que se rebela en Irán o China, hoy mismo, y que se juega la vida como Julio César lo hace en su primer reto público. Y todo eso lo acompaño con una técnica narrativa muy audiovisual, muy del siglo XXI, con escenas cruzadas y capítulos breves, un ritmo narrativo ágil con hilo central y saltos narrativos”. De este modo, el narrador no ha querido quedarse “en el personaje histórico y sus hechos sino en el ser humano que había detrás de eso; ahí es importante la relación con su madre, la que tuvo con su primera esposa (Cornelia), de la que estuvo muy enamorado, su trato con su gran amigo y su tío (Cayo Mario), así como el enfrentamiento con el dictador Sila. Y en ese ámbito contar cuando fue fugitivo o estuvo enfermo, lo que del personaje no se conoce”.Presentar a Julio César en su dimensión humana “es lo que quiero hacer”, establece Posteguillo, “desde un punto de vista narrativo, esto permite conseguir una empatía entre el lector y el protagonista que de otra forma no se logra. La figura histórica, en la novela, la ves enamorarse, jugarse la vida, ser leal, reír, beber y muchas cosas más con las que uno se puede identificar. Julio César habrá cambiado el mundo, pero era también un tipo como nosotros. Eso es importante”. Firma de libros CT
