Si bien la emoción estuvo más que presente cuando recibió la llamada que le anunció que su novela “Isla partida” era acreedora del Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2022, otorgado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la escritora Daniela Tarazona relata que el compromiso de responsabilidad también la abordó al recodar a las grandes autoras que la han antecedido en este prestigiado galardón.“Fue una noticia que definitivamente no imaginaba recibir. Fue una gran sorpresa y grandísima emoción, porque ‘Isla partida’ se sume a ese conjunto de libros y a las voces de esas escritoras tan maravillosas, que yo haya sido considerada como ganadora de este premio, es una satisfacción muy grande, que me pone a pensar mucho también en el compromiso con el que yo escribí el libro, pero también de la duda tan grande que tenía”.Previo a que reciba formalmente el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, este miércoles 30 de noviembre en el Auditorio Juan Rulfo de la FIL, Daniela Tarazona recuerda con solemnidad los desafíos que enfrentó para que “Isla partida” naciera, en donde relata cómo una mujer, con afectaciones neurológicas, está en el borde la decisión de quitarse la vida, llevando a sus dos personalidades a una confrontación de búsqueda y diálogo sobre cómo las presiones, estigmatizaciones y normativas sociales han impactado en el abordaje de la salud mental y emocional.“Isla partida’ es una novela que me llevó mucho tiempo escribir, me costaba mucho entender la forma del libro, de cómo iba a retratar un momento de crisis, ese pensamiento desdoblado y descoyuntado de la protagonista que tiene todo un bagaje autobiográfico”, puntualiza la también autora de “El beso de la liebre” al referir cómo la literatura fue uno de los caminos más confortantes para compartir al mundo su travesía por lo que muchas veces es considerado como la locura.“Es en buena medida un testimonio de un tiempo muy difícil que yo a travesé, que tiene que ver con una condición neurológica. Es la manera en la que yo encontré de trasladar hacia un texto literario ese mundo, de abstraerlo, y llevar al texto a un mundo complejo en el que yo sentía una serie de amenazas muy fuertes, de pensamientos que se encadenaban unos a otros, que eran incesantes, que me agobiaban mucho”.Daniela Tarazona puntualiza que si bien “Isla partida” explora la ficción y el lenguaje poético y muchos de los contextos de la protagonista se nutren de su experiencia personal, reconoce que el tema propuesto en la novela puede ser provocador desde diversas perspectivas, y no desde lo aleccionador, sino como un aliento de esperanza a los lectores que han vivido situaciones similares al verse despojados de la tranquilidad.“Fue para mí una manera de quitarle esa carga, de provocar una pregunta acerca de que las mujeres no tenemos por qué recibir, encima de todo lo demás (prejuicios y estigmas), esta etiqueta de ‘enloqueció’, es tratar de desmontar toda construcción acerca de la locura en las mujeres”.Con la ilusión de que “Isla partida” pueda marcar en los lectores nuevos diálogos sobre los retos emocionales de la vida y cómo, desde su perspectiva, una mujer con un diagnóstico afronta los cambios de su cerebro, Daniela Tarazona recalca que la urgencia de dar una voltereta a los estigmas.“Para mí fue importante para decir que esto no es algo de lo que tengamos que avergonzarnos, algo de lo que tengamos que huir y escondernos, sino que es algo que nos puede atravesar y que podemos pedir ayuda, que podemos salir adelante. Lo que quise fue entregar a quienes estuvieran del otro lado, a quienes la leyeran, una compañía, pensar que no estamos solos cuando a travesamos momentos difíciles, de desequilibrios emocionales y mentales, que hay muchas otras personas que comparten experiencias así. Quería que esta novela fuera un fragmento de un mundo que se estaba terminando, de un mundo apocalíptico, pero también un fragmento de una historia de vida”.MF
