A la libertad de expresión y la promoción de los discursos de odio los separa una “delgada línea”, que es la que hace que este tipo de discursos sean comunes en la vida cotidiana, y sobre todo en las redes sociales. Esa fue la conclusión a la que llegaron especialistas en derechos humanos y no discriminación durante la presentación del manual “¡Sí podemos! Actuar contra el discurso de odio mediante contranarrativas y narrativas alternas”, organizado por la Fundación Gilberto Rincón Gallardo, AC y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), durante la edición especial virtual de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).Alma Ramírez Rojas, coordinadora de la Red Iberoamericana de Organismos y Organizaciones contra la Discriminación, anotó que las expresiones de discriminación se han elevado por el racismo y la xenofobia. Detalló que todas las expresiones están amparadas por el derecho a la libertad de expresión, independientemente de lo inaceptable u ofensivo que puedan ser estos discursos; sin embargo, “sí hay limitaciones a este derecho”.La Directora General Adjunta de Vinculación Cultural y Educación del Conapred, Tania Ramírez Hernández, señaló que la discusión entre qué es discurso de odio y hasta dónde está la libertad de expresión es un terreno donde podría parecer que las fronteras se diluyen, porque hay desconocimiento de este concepto que es relativamente nuevo.JL