Sábado, 12 de Abril 2025

Miguel Méndez crea un diálogo entre Matisse y Tamayo

El artista multidisciplinario intervino una pieza, en forma de sandía, que forma parte de la Ruta Escultórica que será inaugurada hoy

Por: El Informador

Vista de la sandía intervenida por Miguel Méndez. CORTESÍA

Vista de la sandía intervenida por Miguel Méndez. CORTESÍA

La Ruta Escultórica —un evento que promueve un relación más cercana entre el arte y el público— llega a su decimoquinta edición, teniendo como sede el Parque de las Niñas y los Niños, en el municipio de Zapopan, y como homenaje al pintor oaxaqueño Rufino Tamayo, uno de los más grandes exponentes del arte en México.

La Ruta Escultórica abre un parteaguas este 2025 al incorporar la participación de artistas jaliscienses, en un trabajo en conjunto con oaxaqueños, los cuales intervinieron 41 esculturas de sandías, un elemento clave y querido en la obra de Tamayo. De estas 41 esculturas, 30 fueron trabajadas por oaxaqueños; las once restantes, por jaliscienses.

Uno de los jaliscienses seleccionados para esta edición es el tapatío Miguel Méndez Bernal, artista multidisciplinario que dio su propio estilo y visión a una de las enormes sandías que serán presentadas hoy en el Parque de las Niñas y los Niños.

En entrevista con EL INFORMADOR, el artista multidisciplinario platicó acerca de su propia intervención en las esculturas y lo que Tamayo significa en su propia carrera, el arte en la calle como un diálogo más cercano con la gente, y el panorama actual artístico en Guadalajara.

Miguel Méndez compartió que su intervención en estas enormes esculturas de sandías recurre a su propia inspiración por el pintor francés Henri Matisse, cuya obra, a opinión del tapatío, establece un diálogo natural con la de Rufino Tamayo por sus respectivas características y uso del color y la geometría como medios expresivos.

“La invitación vino de parte del comité organizador de la Ruta Escultórica, quienes conocían algo de mi trayectoria artística. Me hablaron para participar en esta ocasión; ya había participado en otros proyectos en Oaxaca, aunque no relacionados con Tamayo. Lo que nos pidieron hacer es trabajar un formato que ya está muy identificado en su obra: intervenir unas sandías. No hubo limitación en cuanto a técnica para intervenirlas. En mi caso, como trabajo la pintura, yo convoco mucho a Henry Matisse. Me pareció muy adecuado con el tema de Tamayo, porque es un juego geométrico, no hay precisamente una imagen fotográfica de las cosas, ni mucho menos, sino simplemente sugerir, cambiar las proporciones, atentar contra la misma proporción real de la figura humana pero usando las proporciones geométricas de otra manera, lo cual genera una emoción más interesante para el espectador”.

Para el artista plástico tapatío, una de las cosas más importantes de la Ruta Escultórica es que, además de homenajear a uno de los grandes artistas mexicanos, permite al público una relación más cercana con el arte sin recurrir a espacios más cerrados o a veces inaccesibles como museos o galerías.

“Algo que me gusta mucho de esto es la oportunidad de dar a conocer la obra directamente en la calle, me gusta la idea de exponer en lo público. Pienso que el arte no es sólo un objeto de consumo financiero, sino que tiene un trasfondo cultural, es un objeto de consumo cultural”.

Asimismo, el artista compartió su propia visión de Rufino Tamayo, la cual ha ido cambiando a lo largo de su trayectoria, desde una temprana incomprensión, hasta una admiración genuina por los elementos artísticos clave en el acervo plástico del oaxaqueño.

“He tenido muchas opiniones de Tamayo en el tiempo. Antes me parecía muy geométrico, muy sinsentido, antes de que tuviera una actividad social directa en sus temas. Con el tiempo fui conociendo un poco más la obra, y en diferentes ocasiones tuve la oportunidad de conocer presencialmente obras de Tamayo, y le fui agarrando el gusto a su color, a su manejo geométrico, independientemente de que haya o no un contenido social implícito en la estampa”.

Faltan espacios

Miguel Méndez lamentó que, a su juicio, en Guadalajara no se le dé su merecido lugar al arte, siendo una de las metrópolis más importantes de México, y considerando que el arte es uno de los motores fundamentales en el funcionamiento de la sociedad, con el poder de preguntarnos quiénes somos, dónde estamos, y a dónde vamos como pueblo y como individuos.

“Guadalajara es una ciudad grande, y carente de espacios para el arte. No tiene grandes colecciones a la vista. Todavía es difícil ver arte en Guadalajara, en distintas disciplinas. Realmente no hay un museo de arte contemporáneo, acá no se valoriza mucho al Dr. Atl. En Oaxaca, por ejemplo, hacen memoria constantemente de Tamayo. El arte no es un juego. El arte puede mentalizar a una sociedad en su esencia. El arte puede cambiar. Ha habido obras, movimientos de arte que han cambiado el rumbo de sociedades, permite hablar los temas de otra manera. El arte cambia la manera de pensar sobre quiénes somos como sociedad e individuos, dónde estamos”, finalizó.

Arte urbano

La Ruta Escultórica y sus 41 estatuas de sandías como homenaje a Tamayo serán inauguradas hoy a las 19:30 horas, en el Parque de las Niñas y los Niños, y serán expuestas durante tres meses. La exposición será gratuita, pública, y para toda la familia, en una ocasión importante para aproximar a todas las audiencias a uno de los pintores más importantes de México, y también a la mirada de 41 artistas de nuestros tiempos.

CT

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