Ayer, jueves 12 de diciembre, se inauguró en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), la exposición “Abracadabra. El acto de transformar”, la cual estará abierta al público hasta el 9 de febrero del 2025, en las salas 6 y 7 del recinto.Este proyecto es una colaboración entre University of Guadalajara Foundation | USA, Legado Grodman y el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).La muestra que incluye esculturas, fotografías y pinturas, recoge el trabajo de cinco artistas egresadas de Artes Visuales del CUAAD. Ellas son: Karla Aguayo, Andrea Báez, Tari Luna Müller, Laura Rivera y Gina Torres.A propósito, EL INFORMADOR conversó con Aldo Bugarín, curador de esta exhibición en el que cada una de las creadoras participantes busca obtener su título de licenciatura con el desarrollo de un proyecto apegado a la Modalidad de Titulación por Demostración de Habilidades y que ahora es presentado en el museo. Todo esto, gracias a la obtención de una beca proveniente del Fideicomiso Pyrrha Gladys Grodman, reunido por una gran doctora y filántropa estadounidense.Tanto Karla Aguayo, Andrea Báez, Tari Luna Müller, Laura Rivera y Gina Torres son becarias que, en esta muestra, comparten su particular visión acerca del ser, cuestiones que han enfrentado o sobre las que quieren expresarse, así como de su entorno.“Estas mujeres se están titulando por habilidades. Entonces, tenemos distintas técnicas como la fotografía y la escultura, donde hay piezas que son de cristal y que están intervenidas con pintura acrílica”, comparte Aldo, quien resalta que como representante del museo, al momento de que se establecen estas alianzas con el Legado Grodman, es que llegan los proyectos perfectamente estructurados como es este caso. “Las artistas tienen una especie de decano que las va ayudando y supervisando en todo su proceso creativo. Y luego al museo llegan todas las narrativas y la justificación de sus propuestas artísticas, las cuales son todas personales”.Bugarín resalta que su labor como curador y en representación del museo es recoger todas estas ideas de las artistas para darle un eje como mediación para el público espectador. Sobre ese eje en el que trabajaron, destaca, es precisamente de donde se origina el nombre de la muestra “Abracadabra. El acto de transformar”.“Si uno hace una lectura de las narrativas de las cinco artistas, vamos a encontrarnos con conceptos como la empatía, la sanación y la transformación en cuanto a proceso como el luto o la pérdida. Así que teniendo este concepto de transformación como eje, es que nos surge la idea de usar ‘Abracadabra’, no desde el contexto en el que se utiliza que puede entenderse o relacionarse con temas esotéricos o de misticismo, sino que ‘Abracadabra’ lo proponemos como un concepto de mediación, pero desde su parte semántica, es decir, su significado lingüístico, que tal cual es el de transformar”. La relación de las estaciones del año con las etapas de la vida forma parte de la propuesta de Karla Aguayo, quien, con sus esculturas, refleja conceptos como los ciclos y la fugacidad del tiempo.¿Qué hay en mí que necesita una transformación tan grande que siente la necesidad de morir? Es una de las interrogantes planteadas por Andrea Báez. Así, las fotografías que presenta invitan a reflexionar acerca del tema de la salud mental, a través de cuestionamientos desde lo interno para lograr un cambio profundo.Tari Luna Müller encontró en cada una de sus piezas un canal para alzar la voz y visibilizar la violencia doméstica como un problema que ocurre al interior de un espacio y muchas veces no se percibe desde el exterior, pero sí afecta profundamente a quienes lo sufren.La propuesta de Laura Rivera gira en torno a un tema común pero que a la vez es visto en ocasiones como ajeno e, incluso, como tabú: la menstruación. Con figuras de muñecas de cartón, despierta la empatía desde la reconexión con los procesos naturales para propiciar la no violencia de género.Por su parte, Gina Torres exterioriza en imágenes cómo el recuerdo de su padre y la conexión con él a través del deporte, le permitieron crear memorias y sobrellevar así el proceso de duelo por su ausencia.Bajo las temáticas abordadas, más que un acto de magia, que es con lo que se suele relacionar la palabra Abracadabra, esta exhibición representa una oportunidad para materializar conceptos específicos que se transforman en conductos para reflexionar y, muchas veces, para sanar.“Desde ahí podemos ver cómo las artistas perciben su contexto más próximo con todas estas preguntas que atañen a su ser”, donde pasan por un proceso creativo que se gesta en una propuesta artística. Además, refiere Aldo que la percepción del público será otra al momento en que se active su percepción al entrar en contacto con las piezas, “al indagar en las distintas problemáticas o cuestionamientos que las artistas están proponiendo. El arte trata de eso, de buscar estas nuevas perspectivas para que la audiencia entienda las circunstancias y los contextos de otras maneras”, finaliza.Según se comparte, con esta exposición “Abracadabra”, ya suman cinco exhibiciones de titulados Grodman en MUSA. La primera fue en 2018 y en total son 21 los beneficiados que han expuesto en este museo. CT