“Luis, un periodista cansado de su trabajo y su matrimonio, planea asistir a un congreso en Austin, Texas. El viaje es una mera coartada para encontrarse brevemente con Camila, quien se ha convertido en el único aliciente de su vida. Pero cuando está a punto de partir, recibe un mensaje suyo: «Dejémoslo aquí, quedémonos el recuerdo». Desconsolado y sin saber qué hacer en Austin, se refugia en un archivo de la universidad, donde se topa casualmente con unas cartas de William Faulkner a su amante Meta Carpenter. La lectura de esta larga correspondencia lo ayuda a reconstruir el recuerdo de su aventura amorosa y a reflexionar sobre su tedioso matrimonio, pero también a preguntarse cómo hay que vivir para lograr que cada día valga la pena”.Durante el marco de la Feria Internacional del Libro 2023, el autor del poemario Playas, la obra de teatro Coma y múltiples novelas, Jacobo Bergareche habló sobre su proceso de escritura y lo que significó para él sumergirse en la historia y la documentación de su última obra Los días perfectos.Empeñándome en las cosas que me gustaban y me lo tomé en serio, llegué a un momento en la vida a los 40 años en el que me propuse hacer lo que más me gusta y en lo que soy más bueno.Este libro surge de yo viviendo en Austin Texas, y en un sitio que era un enorme archivo de documentos y manuscritos. Me sumergí en la lectura de las cartas de Faulkner a su amante y me sorprendió muchísimo. Es una novela epistolar que busca recordar.Lo importante era que el libro no fuera una basura, no tenía un objetivo en claro.Me imaginé a un personaje que se encuentra unas cartas de amor, y me propuse crear a una personaje que tiene un pozo de melancolía y tiene un pasado que se pueda rememorar.Me gusta pensar que el tiempo tiene dos ejes, el presente y el pasado, hay días que viven en la memoria para siempre. Se nos olvida que la memoria no es lineal. El tiempo sube para arriba y baja para abajo.Mi documentación me llevó toda la vida, están cuatro años de mi vida, es una novela que va sobre la vida y sobre cómo amamos. Un proceso de documentación de muchos años.Mi mayor reto al escribir esta novela no fue la novela en sí, sino conseguir el permiso para publicar estas cartas, ya que tuve que negociar con la familia para que me dejaran publicar la obra. Escribí muchas cartas a la albacea de la familia convenciéndole de que el libro tenía la suficiente calidad para que esas cartas llegaran a la luz y cómo iba a favorecer la imagen del autor y que era un esfuerzo suficientemente digno.Mi parte favorita de “Los días perfectos” es quizá el encuentro entre la mexicana y el español. La mentalidad de un español y una mexicana convergen. Aprendí a hablar en mexicano, hice una inmersión profunda en México.MF