La crisis migratoria por la que atraviesa México, Centro América y Estados Unidos llevó a Juan Pablo Villalobos a escribir “Yo tuve un sueño” (Anagrama), un libro que narra las experiencias de niños y niñas que cruzan México sin la compañía de un adulto, y quienes, luego de varios años, lograron que las autoridades de Estados Unidos cedieran en sus trámites migratorios.El libro, dice Villalobos, tiene en su título la ironía del ya conocido sueño americano, donde las personas buscan una mejor vida en el país vecino, sin embargo, para el escritor, la palabra “sueño” debe entrecomillarse, pues dice que un sueño no puede significar sobrevivir en su propio país.“La palabra sueño de estos niños, habría que ponerla en comillas porque su sueño es sobrevivir, su sueño es no morir de hambre, su sueño es que no les mate una pandilla, su sueño es no ser violadas, tener educación y en un futuro tener un trabajo digno, es decir, eso no es lo que consideramos tener un sueño; un sueño es tener un viaje, comprar un auto, estudiar en alguna escuela en particular, no sobrevivir”, detalla el autor de “La madriguera”.Villalobos explica que fue hace cuatro años cuando el editor de un medio de Estados Unidos le pidió que escribiera un artículo sobre dos menores de edad que eran migrantes. Fue ahí cuando el escritor supo que haría un libro sobre el tema.“Comencé a escribir sobre el tema en 2014, cuando el editor de un medio estadounidense me pidió que realizara un artículo de la crisis migratoria de Estados Unidos. En ese entonces había 80 mil niños detenidos en la frontera y al editor se le ocurrió que yo podría escribir con mi tono narrativo. Luego de publicarse, fue cuando yo decido hacer un libro”.Durante dos años y medio, Villalobos entrevistó a niños, quienes a manera de “pistas” narraban su travesía por México. El escritor tapatío, asegura que su más reciente libro está construido como un rompecabezas en el que las historias que resultaron de las charlas se iban juntando. “Yo hice el trabajo de determinar la perspectiva, es decir, en qué momento se iba narrando la historia. Todos los niños que yo entrevisté ya estaban en Estados Unidos y ya tenían algún proceso para tramitar su residencia, una visa o un estatus de refugiado. La idea del libro era no repetir toda la historia completa, si no concentrar cada momento de manera que el libro se leyera como un rompecabezas”.“Todas las vidas valen igual” afirma Villalobos, sin embargo “Yo tuve un sueño”, a través de la inocencia de los niños, busca generar empatía entre los lectores y el fenómeno migratorio por el que atraviesa el país para que la gente entienda lo que ellos han vivido y comprendan por qué dejaron su país.“Espero que este libro lleve a una actitud menos violenta, agresiva o xenofóbica y que nos lleve a la pregunta de ¿qué es lo que podemos hacer ante esta situación? México es como un muro que tiene muchos agujeros, se puede escurrir, escabullir la gente por ahí, somos un muro medio derrumbado, pero un muro”.Además de presentar “Yo tuve un sueño”, Villalobos tiene más textos de estreno: “Al estilo Jalisco” y “Un viaje cósmico”. Juan Pablo Villalobos recibió hace dos años el Premio Herralde de Novela por “No voy a pedirle a nadie que me crea” (Anagrama, 2016), en la que explora los límites del humo a través de diversos narradores que demuestran que lo corriente se transforma en un delirio de un momento a otro.“El humor es uno de los temas que estudié mientras hacía el doctorado e incluso llegué a encontrar obras literarias, como la de Albert Cohen, que hacen humor con un tema tan delicado como el Holocausto. Pero claro, Cohen es judío y no puede ser acusado de antisemita”.