El cineasta tapatío Ahcitz Azcona se encuentra en Asia del Sur listo para presentar su más reciente película “La inevitable muerte del cangrejo”, la cual es el único filme latinoamericano seleccionado entre más de 600 largometrajes de todo el mundo para participar en la categoría de Mejor Largometraje Internacional del Festival Internacional de Cine en Nepal. La película se presenta mañana en el evento para competir contra otras diez provenientes de distintos países como Turquía, Francia, Corea y Estados Unidos, entre otros. En entrevista, Azcona comparte su entusiasmo por la nominación, puesto que la película es totalmente independiente. No contó con apoyos gubernamentales ni de la iniciativa privada. “Nepal es un país que respeto mucho. Con una cultura muy rica. Me siento contento de que un país como Nepal tome en cuenta una película mexicana como la mía. Me llama la atención saber qué es lo que atrajo al jurado para seleccionar este largometraje. También me interesa ver cómo reacciona la gente a una historia de este tipo, pues es una película que básicamente habla del problema que tenemos en México de extorsión telefónica”.El largometraje se realizó a mediados del año pasado con un equipo pequeño: alrededor de 12 personas. “Lo básico y lo más necesario. No teníamos ni el dinero ni el tiempo para contratar a un equipo. Nosotros nos manejamos como cine independiente. En la posproducción interfirieron otros grupos de personas, el colorista, los diseñadores del sonido… Tenemos música original de Mario Ozuna, uno de los mejores de Guadalajara. La fotografía la realizó Michell Amado, uno de los masters”. Por su parte, Ahcitz Azcona fungió como director, productor, escritor y actor. “He actuado desde niño. Mi madre es actriz y mi padre actor.Después de los 16 comencé a escribir y dirigir. Me apasionan por igual estas tres actividades. Nunca me ha interesado dirigir algo que no escribí y viceversa. Si tengo la oportunidad de desarrollar algún personaje como actor, pues es otra de mis grandes pasiones, y cada que se puede, lo hago”. La trama se desarrolla en las elecciones presidenciales pasadas. “La historia es una familia mexicana que comienza a recibir llamadas de extorsión por parte del crimen organizado. Les dicen que los tienen ubicados, que saben dónde vive. El papá decide que no se va a contestar más el teléfono, puesto que estas extorsiones suelen venir desde los penales. Y si los ignoras, al rato le marcarán a otra persona. Sin embargo, en el transcurso del filme, la paranoia se hace presente en cada uno de los personajes hasta que explotan. No puedo decir más para no vender la trama”. La narración se sitúa en Guadalajara, aunque no se expresa explícitamente que se encuentran en esta ciudad, sin embargo, cualquiera que haya visitado la Perla Tapatía, notará las locaciones de ésta. “Tuve la necesidad de contar esto porque me di cuenta que nadie estaba mostrando en el cine o en la televisión estas historias. Siempre muestran el lado de los criminales… Todo como glorificando a los mafiosos, y, por lo general, no encontraba el otro lado, la historia de las víctimas. Entonces, me interesó mucho narrar la historia desde el punto de vista de una familia mexicana que sin deberla ni temerla les sucede algo que a nadie nos gustaría que nos pasara”. Igualmente, el director busca explorar “el cómo, en un país como México, sin tú involucrarte en el crimen, éste llega a ti. Ha crecido mucho la corrupción y la delincuencia. Los personajes están pasando por una situación crítica y a la vez el gobierno les está vendiendo una idea de que pueden elegir su futuro cuando en verdad no es así”.JL