“Venimos a ver a nuestros amigos ganar” llega al Teatro Alarife Martín Casillas el próximo 16 de julio, donde tendrá una corta temporada (con funciones el 17 y 18 de julio). La pieza tiene dos líneas narrativas, por una parte el movimiento antirracista y la discriminación a mediados del siglo XX en Estados Unidos, y por otra un par de genetistas en busca del gen de la agresividad.Vía telefónica, el dramaturgo y director David Jiménez Sánchez comentó sobre los orígenes de esta obra teatral: “En 2012 tuve una residencia artística en Atlanta, el epicentro de la lucha de los derechos civiles en Estados Unidos. A partir de ir a los museos y revisar las bibliotecas decidí hacer la obra. Tiene dos líneas, la de teatro documental, la revisión histórica (del 1943 al 1968). Al mismo tiempo me pareció importante tener una escena ficcional con dos genetistas, que buscan el gen de la agresividad”.Estrenada en 2014, la pieza ha podido recorrer varios estados, incluso con presencia en la Muestra Nacional de Teatro y una edición en Jalisco (coedición de Paso de Gato y la UdeG en una antología de dramaturgia estatal). Producida por Ocho Metros Cúbicos, en escena estarán Andrea Celesta Padilla Gutiérrez y Aldo González, además del músico Sebastián Almanza. Con David, la producción se completa con el trabajo de Raúl Castillo es el escenógrafo y creativo de la compañía.Aunque la obra trate un espacio y un momento histórico distinto, la esencia de la dramaturgia se vincula con el presente: “Desde que la escribí era señalar algo que ocurrió en el pasado, hablando del movimiento, pues no se ha terminado la discriminación. Ese es el puente para hablar de México, de nosotros, de todo. Sí nos parece que el tema sigue vigente, y se ha ramificado.Discriminar parece un acto de autoproclamación. "Quisimos poner el tema sobre la mesa”.Además de contar con esa vena de denuncia, el tono de la obra se apega a una función básica del teatro, el entretenimiento: “La obra en sí misma tiene muchas tonalidades, hay escenas sumamente íntimas, hay otras muy grandes, cercanas al musical (hay canto durante la obra). Al revestir un tema tan grande con muchas tonalidades hace que funcione bien. Hay gente que sale conmovida, que se divierte y la pasa bien”.A propósito de la edición de la obra en formato impreso, el autor comentó que ver su pieza en un libro fue “Un total gusto, sobre todo por estar dentro de una antología con paisanos que admiro mucho. La obra en la presencialidad tiene una visión limitada, ahora el streaming abre muchas puertas. Pero el texto escrito, la edición de la obra, puede viajar a muchos otros lugares”.MQ
