Dar un vuelco a los panoramas cotidianos es parte de lo que se encuentra en la narrativa de Eider Rodríguez, autora española que a través de los cuentos ha encaminado su manera de entender al mundo, sus habitantes y sus formas de confrontar las realidades.“Siempre me ha encantado el género del cuento como lectora. He encontrado relatos maravillosos que me han llenado más que una novela, así como también hay poemas que me han hecho vibrar más que una novela de 800 páginas. Siempre he puesto en servicio de la historia que quiero contar al género; siempre han cabido mis historias en relatos y creo que alargarlas hubiera sido un error”, detalla la autora.Tras el lanzamiento de “Un corazón demasiado grande”, Eider Rodríguez opta por regalar al lector una lectura completa de su obra al recopilar 20 relatos en una antología que si bien explora la diversidad de personajes y contexto, al fondo del viaje hay una lectura que reflexiona sobre la violencia, las relaciones personales, las distancias, olvidos y necesidades de la condición humana.“Hay gran variedad de temas, personajes, enfoques y puntos de vista; he cuidado mucho que no haya monotonía, he trabajado el libro de manera orquestal. Cada relato tiene su propio ritmo”, explica Eider Rodríguez al puntualizar sus intereses explorados a través de tópicos que también coinciden por su actualidad y tener, en la mayoría de ocasiones, al País Vasco como escenario literario, en donde su gusto por la lectura germinó desde la infancia.“Lo que me acercó a la escritura fue la lectura. De niña me aburría mucho y me la pasé rodeada de libros, mi madre impulsó, a pesar que ella y mi padre no eran grandes lectores, la lectura en mí, ella entendía a la cultura como una manera de ascender socialmente”, detalla Eider Rodríguez, quien ha escrito su obra desde el euskera, su lengua materna, como un estandarte en el que lleva su identidad y su estilo, el cual también ha sido traducido al castellano.“Creo que la premisa es intentar hacer algo propio y original, algo que te sale de adentro, y si para ello hechas mano de estructuras que has aprendido de alguien más, de otros puntos de vista que te han interesado, eso te puede servir para contar lo tuyo, me parece bien. Yo no considero que pueda inventar una nueva manera de hacer literatura, así que no tengo referencias fijas, pero también leo mucho y hecho mano de estructuras quizá de escritores y escritoras que no me gustan tanto, pero pueden servir para contar lo que yo quiero”.