Este 2 de noviembre se celebra en México el Día de Muertos, una tradición que se celebra desde la época prehispánica como la mexica, purépecha y maya, antes de la llegada de los españoles a México.Una de sus ofrendas más destacadas es el altar de muertos, que va acompañado con música, objetos de valor, flores, comida y la tradicional visita al panteón, se ha modificado con la pandemia del COVID-19, pues la sana distancia es una de las medidas que obligó a los familiares a, incluso, compartirla de manera virtual.“Es una práctica que es adoptada por grupos de distintas edades, no importa si se es viejo, si se es joven (...) Es una práctica muy familiar donde, al igual que la Navidad, es un evento y una de las cuestiones que nos interesaba saber cuáles eran los cambios que, durante el COVID, iba a tener esta práctica”, dijo Renée de la Torre, Antropóloga Investigadora de CIESAS.De acuerdo con datos de CIESAS, los altares de muerto se dedican a familiares difuntos, mascotas, amigos difuntos, personajes admirados que han muerto, un grupo o persona que apoya demanda social o, incluso, a un héroe patriótico de México.Para Renée de la Torre, el hecho de que las mascotas tengan un papel importante en los altares de muertos de los últimos tiempos, es una “novedad” debido a que está descristianizado. La investigadora Renée de la Torre recordó que en su investigación descubrieron que, en su mayoría, esta tradición es importante para todos los mexicanos debido a que se recuerdan a los seres queridos, pero también porque se mantienen vivas las tradiciones. “Pero sí encontramos también otros sentidos que lo van renovando, y uno de los sentidos que me parece importante es destacar: la manifestación de los reclamos por los desaparecidos. En un país donde además del COVID, vivimos en una violencia institucional y una ‘no justicia’”, dijo de la Torre. Según los resultados, la mayoría de las personas que montan su altar de muertos en sus casas, escuelas o trabajos aprendió a hacerlo gracias a sus familiares, pero también debido a lo que aprendieron en sus escuelas.“Hay una tendencia a la secularización de la práctica de los altares de muertos, en donde los elementos religiosos o de este sincretismo con el catolicismo cada vez están menos presentes".Finalmente, ambas académicas destacaron que los altares de muertos “han mantenido tradiciones ancestrales, pero a la vez se han ido adaptando a los tiempos actuales”. Además, mencionaron que la importancia de esta tradición es que ofrece un tiempo para recordar a los seres queridos.AC / GC