El escritor Luis Javier Plata Rosas lanzó “Las nuevas del planeta: 25 descubrimientos de este siglo para nuestro mundo” (bajo el sello editorial Phileas Fogg), un libro en formato pequeño y ameno, ideal para tenerlo a la mano y saciar la curiosidad por un momento, además, contiene divertidas ilustraciones y una narración bastante amena, por lo que niños y grandes podrán disfrutarlo.En entrevista, el autor detalla su motivación principal para la creación de este libro: sus hijos “que, como todos los niños, siempre quieren saber más sobre el mundo. Hay muchísimos recursos de divulgación científica en video, con talleres, en museos y en muchos otros formatos, pero creo que libros sobre divulgación científica que tengan un estilo más bien narrativo y no tanto como enciclopedia o libro de texto no son tan abundantes”.Así, el libro nace con la intención de contar, principalmente a los niños, “un poco de lo mucho que hacen los investigadores en el mundo, pero no como cápsulas informativas, sino como una muy breve narración que incluyera algo fundamental en la ciencia, que es el cómo se hizo alguna observación, cierta medición o determinado experimento. Me interesa más despertar la curiosidad de niñas y niños que llenarlos de datos”.Para seleccionar los 25 descubrimientos científicos que conforman el libro, el primer criterio fue que sorprendieran e interesaran al propio autor, ya que “muy rara vez he escrito sobre algo que me aburra. Inicialmente había reunido alrededor de unos 30 o 35 descubrimientos. Sin embargo, quería que no fuese un libro extenso. Está pensado en niñas y niños de quinto o sexto año de primaria, y creo que varios lo leerán de una sentada. O, al menos, me gusta pensar que así será”.Además, la importancia de la ciencia es indudable, puesto que “la vida moderna no se entiende sin ella. Entender cómo se hace la investigación científica es fundamental para evitar ser engañado por charlatanerías. Sin exagerar, el analfabetismo científico y la ausencia de una cultura científica puede ser cuestión de vida o muerte”.“La redacción científica es una forma altamente artificial de escribir que, por supuesto, tiene enormes ventajas para comunicar los resultados de una investigación a tus colegas, pero muchas de sus características obstaculizan la comunicación con personas fuera del ámbito académico. Apropiarte de diferentes géneros y figuras literarias para comunicar la ciencia permite que, al menos en intención, los lectores reacciones emocionalmente a lo que leen: que se interesen, que se enojen, que se entristezcan, que se indignen y, en especial para mí, que sientan cómo la ciencia no es un conjunto de datos y fórmulas ajenos a la vida diaria”, reflexiona Luis Javier Plata Rosas.