En el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes y con una decoración elegante y sencilla, familiares, amigos y algunos funcionarios culturales dieron el último adiós al pintor Rafael Cauduro, fallecido la noche del sábado pasado, en un homenaje póstumo donde recordaron el legado que deja el artista plástico al arte mexicano.Minutos después de las cinco de la tarde de ayer, la urna con las cenizas de Rafael Cauduro arribó al recinto cultural. De inmediato familiares, amigos cercanos y funcionarios comenzaron las guardias de honor. La directora General del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Lucina Jiménez, dedicó unas palabras a la familia del artista plástico y muralista, y reconocer la contribución a las artes plásticas mexicanas de Rafael Cauduro. “Él levantó el vuelo para reunirse con otros grandes creadores; Cauduro es un pintor muralista, creador infatigable, quien deja para el arte mexicano un aporte fundamental, una postura crítica alejada de los reflectores”, expresó la funcionaria.Uno de los momentos más emotivos del homenaje se dio con las palabras de despedida de la familia de Cauduro. Aprovecharon el momento para dar el último adiós al que fue “padre, tío y esposo de una gran familia”. CT