En lugar de paralizarnos y pensar que la humanidad está acabada o, por el contrario, alucinar que la vida está completamente resuelta, un especialista del sector editorial propuso el miércoles tomar a la Inteligencia Artificial (IA) como una herramienta y una aliada para revolucionar, también, la industria del libro.¿Qué tiene para hacer el sector editorial en un mundo donde la IA es capaz de crear historias y contarlas con la cadencia y la brillantez de Octavio Paz o de Jorge Luis Borges? Este fue uno de los temas que trató en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Buenos Aires, cuya edición 2023 acaba de comenzar, Daniel Benchimol, consultor en estrategias digitales.Las inteligencias artificiales como la de ChatGPT “saben comunicarse como nosotros”, dijo Benchimol, que ha brindado más de 100 conferencias entre ellas en la FIL de Guadalajara, durante una charla titulada "Inteligencia artificial en la industria editorial: mitos, verdades, desafíos y aplicaciones concretas".ChatGPT es un chat bot basado en la tecnología GPT, que “es un sistema de lenguaje natural, o sea, habla como nosotros, puede hablar como un humano naturalmente”, sobre todo en su versión 4, explicó Benchimol.“Entiende lo que le estamos diciendo y sabe cómo respondernos (…) Maneja nuestro lenguaje”, agregó sobre este tipo de inteligencia. “Es un sistema de cómputos enorme, al que se le enseñó para que aprenda” a escribir como nosotros, hablar como nosotros.Por esto, el eje sobre el que giró la última conferencia de este especialista, que estudia el tema desde hace más de 10 años fue: ¿hasta dónde, y cómo, la industria del libro puede usar la IA a su favor? “Realmente estamos ante un cambio que no es simplemente una nueva tecnología, no es simplemente un nuevo dispositivo. Estamos hablando de algo que es tan radical como el propio surgimiento de internet, como el propio surgimiento del libro o como el propio surgimiento de la electricidad”, señaló Benchimol.Y agregó que este tipo de cambio radical que estamos enfrentando requiere que pensemos –lejos de las miradas futurista y apocalíptica extremas- qué rol podemos dar los humanos a esas inteligencias artificiales a la hora de pensar, puntualmente, en los libros.Dado que la IA puede crear historias que un lector podría recorrer sin siquiera notar la pluma artificial -igual a lo que puede suceder con la creación de imágenes y voces en otros ámbitos-, “este tipo de tecnologías traen o suponen muchos beneficios para la sociedad y para la humanidad, en todos los aspectos, y supone también muchos temores”, agregó Benchimol durante su ponencia de hora y media, en la que prefirió alejarse de los extremos.Con varios casos concretos en los que mostró cómo le pidió a ChatGPT que elabore, por ejemplo, el temario de un libro de recetas sobre comida étnica o que lo ayude a elegir posibles títulos y tapas de un libro sobre el funcionamiento matemático del cerebro, el especialista abordó la IA como una herramienta en lugar de un enemigo a temer por autores, correctores o editores de libros.Otro de los ejemplos fue cómo el libro, puntualmente el digital, podría incluir una serie de metadatos cocreados entre el humano y la inteligencia artificial:“Para mí, lo más interesante, no tiene que ver con los libros que se escriben 100 por ciento usando estas tecnologías, se copian, se pegan y se publican. Lo más interesante tiene que ver con esta iteración; con decir, ‘quiero pensar una historia de este tipo, cómo pueden ser los personajes, cómo podrías ilustrarlos, arma las imágenes y yo pienso los textos (…) con este uso de una herramienta que nos puede ayudar mucho a mejorar la narrativa de contenidos”, concluyó Benchimol.