Con trabajos realizados por la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) y con una inversión de 12.9 millones de pesos (MDP), la recién terminada plazoleta donde se ubican “Las Tres Gracias” se encuentra cerrada al público y las piezas no pueden apreciarse de forma adecuada.El monto para adecuar el espacio fue superior que el requerido para las tres esculturas que el Ayuntamiento tapatío compró a Sergio Garval (12.1 MDP) como parte del programa Arte Público.Las acciones para habilitar el sitio en el cruce de Lázaro Cárdenas y Fuelle consistieron en la colocación de un elevador, escaleras, iluminación, trabajos de jardinería y cimentación.Cuando se puso la tercera escultura en febrero pasado, Garval expresó su agrado por las modificaciones para que los tapatíos accedieran a sus creaciones.“El Gobierno escuchó la inquietud de las personas sobre que no se podían apreciar las piezas desde el coche por la velocidad. Responde a la inquietud de poder tener contacto con ellas desde cerca”, dijo el artista.Sin embargo, la ciudadanía no ha podido entrar al lugar, pues tampoco se ha socializado el proyecto y no hay señalamientos que indiquen la entrada. Desde el pasado 27 de febrero, tras la entrega de la tercera “Gracia” -“Belleza”- los tapatíos y visitantes a la capital de Jalisco pueden “ver” completo el conjunto escultórico “Las Tres Gracias”, de Sergio Garval; sin embargo, “ver” no es lo mismo que “apreciar”: a los diferentes tipos de transeúntes (peatones, automovilistas y motociclistas) se le presentan puntos de vista muy diferentes de la obra, con sus subsecuentes dificultades. Un obstáculo para ello es que actualmente se encuentra cerrado el acceso a la plazoleta que fue habilitada hace más de un mes para que la ciudadanía pueda apreciar de cerca a las tres esculturas.Ubicadas dentro del espacio intermedio entre los flujos viales del puente de Avenida Lázaro Cárdenas, en su cruce con Calle Fuelle, para ver “Las Tres Gracias” basta con pasar por el lugar y voltear al centro de la avenida. Para el tapatío de a pie la obra se alcanza a observar aproximadamente a una cuadra de distancia. La parada de camión más cercana, donde aguardan varios usuarios del transporte público, presenta una visibilidad parcial: apenas se alcanza a ver la punta alta de las piezas.Además de caminar por la avenida en esa zona industrial, los peatones tienen otra opción para conocer “Las Tres Gracias”: un pequeño andador elevado -plazoleta- que se habilitó en el centro del puente vehicular. Mucho ha cambiado el espacio desde que se instaló la primera pieza, pues ahora cuenta con un piso pavimentado, áreas verdes, además de las escaleras y un elevador para acceder a las alturas (cuando se instaló la primera pieza los funcionarios y prensa tuvieron que subir por un andamio y unas escaleras “de obra” instaladas en el lugar). Lamentablemente, en varias visitas al lugar encontramos que el acceso antes señalado se encuentra cerrado a pie de calle, con la reja encadenada. Cabe señalar que la habilitación del espacio tuvo un costo de 12 millones 900 mil pesos, con obra ejecutada por la Secretaria de Infraestructura y Obra Pública de Jalisco (SIOP) a petición del ayuntamiento y consistió en la colocación de las escaleras, un elevador, la iluminación, la cimentación y los trabajos de jardinería.Por otra parte, ver las esculturas desde el flujo vial representa otras dificultades: por un lado su observación se deja solamente para los pasajeros de los vehículos, no para conductores (mucho menos si se trata de motociclistas). Del mismo modo, la apreciación tiene en la velocidad un obstáculo, pues la rapidez con la que se transita por la arteria vial alcanza hasta los 70 kilómetros por hora: desde las laterales, donde la velocidad es menor, la visibilidad es igualmente menor.Cabe señalar que el tríptico de esculturas monumentales de Sergio Garval fue polémico desde su comienzo. Primero como parte del programa Arte Público del ayuntamiento de Guadalajara, lanzado en 2016, con una inversión millonaria para la colocación de una serie de esculturas en diversos puntos de la ciudad. La iniciativa recibió críticas por el monto de la inversión, además de la selección de los artistas al elegir a pintores que no se dedicaban a la escultura, como es el caso del también músico José Fors (con su pieza instalada en el Centro de la ciudad, que a pesar de las críticas es muy fotografiada).En particular, el conjunto escultórico “Las Tres Gracias” levantó revuelo posteriormente por el retraso en la entrega de dos de las tres piezas que la conforman; según su creador, el escultor Sergio Garval, lo anterior se debió a las dificultades técnicas que le presentó la obra al artista. Con un costo inicial de 12 millones 154 mil pesos, la instalación completa sucedió mucho después de haber terminado el trienio del Gobierno municipal 2015-2018. En el lapso hubo multas aplicadas al escultor y aumento en el costo de la obra, también con factura hacia el bolsillo del creador: las multas sumaron más de un millón 732 mil pesos.JL