Hace 15 años, la historiadora mexicana Celia del Palacio se aventuraba a una nueva faceta: la ficción, marcando su debut con “No me alcanzará la vida”, su ópera prima en novela que marcó un despertar y nuevas perspectivas sobre cómo la mujer había figurado en la historia mexicana.A cinco lustros de haber estrenado “No me alcanzará la vida”, Celia del Palacio decidió, con impulso de Editorial Planeta, lanzar una reedición de esta novela no solo para reencontrarse con aquellos primeros lectores que confiaron en su instinto narrativo y presentarse ahora a nuevos lectores, pues también en este 2022 se enfrenta a nuevas lecturas sobre las situaciones de sus personajes, que dando vida al México del siglo XIX en plena Reforma, hoy se mantienen más que vigentes para seguir charlando sobre la independencia de la mujer, de los roles sumamente importantes que tuvieron en la historia del país y su desarrollo político, intelectual y cultural, pero sobre todo de exhibir cómo durante muchos años fueron silenciadas.“Es probablemente mi novela más querida por el trabajo que me costó, porque son temas muy cercanos a mi corazón, es la novela más autobiográfica que tengo. Esto fue resultado de mi tesis de licenciatura, desde 1983 descubrí a estos personajes. Me parece que es muy importante recuperar esos años de la Reforma, esos personajes que nosotros conocemos ahora en el nombre de una calle, que no nos imaginamos cómo pudieron haber sido siendo jóvenes, que eran imprudentes, que se lanzaban a decir cosas contra la iglesia, discursos, poemas”.La autora, reconocida historiadora egresada de la UNAM e investigadora del Sistema Nacional de Investigadores, recuerda a los personajes que van hilando “No me alcanzará la vida”, que retomando a figuras que existieron como el poeta y militar Miguel Cruz-Aedo, también da paso a una de las voces principales “Sofía”, que desde la ficción se construyó inspirada en mujeres de la época que también llevaron sus pasiones personales a luchar por un México mejor y demostrar que las mujeres no estaban condenadas a vivir en el anonimato y los estereotipos domésticos.“Esta mujer fue una mezcla de muchas otras personajes de los cuales yo había leído, mujeres de la Reforma que acompañaron a sus maridos y parejas, pero también mujeres muy fuertes y valientes del norte de Durango, porque tiene mucho de mi abuela, de los cuentos y leyendas que contaba mi madre, de mujeres que cabalgaban solas en la montaña. ‘Sofía’ está hecha de muchas mujeres”.Una historia que no caduca“No me alcanzará la vida” se caracteriza por la propuesta narrativa de Celia del Palacio, de llevar al lector en un ir y venir entre la Reforma y el México contemporáneo, además de refrescar con nuevos ojos los hechos históricos y sus protagonistas; la novela explora, por ejemplo, cómo fue la sociedad tapatía, sus costumbres, las reuniones y tertulias que dieron paso a corrientes y estilos literarios, políticos y culturales, y así, ofrecer una forma distinta al lector de redescubrir y apreciar la historia a diferencia de cómo se ha enseñado en las aulas donde se repiten nombres, fechas y batallas sin más contexto.“Ha sido una manera de enseñar historia que es muy triste, incompleta y mutilada, esto ha impactado justamente en que la gente no quiera acercarse a la historia, que les parezca que algo que está muerto, aburrido, como algo que no se entiende. Recuerdo también cómo me enseñaron historia y era terrible, no entendías, además de ocultar a las mujeres en la historia, ha sido fatal”.Celia del Palacio reflexiona sobre si “No me alcanzará la vida” puede ser considerada actualmente como una propuesta narrativa que lleve como estandarte al feminismo, al explicar cómo sus protagonistas mujeres, si bien en su contexto no tenían este concepto del feminismo en sus búsquedas personales y profesionales, sí marcaron cada una de sus trincheras los cimientos de los derechos y reconocimientos que hoy reciben la mujeres y por los cuales aún se mantiene una lucha constante.“Sería totalmente anacrónico poner como feministas a estas mujeres, sin embargo, sí fueron precursoras de otra manera de estar en el mundo, desde las señoras que en Zacatecas que estaban tratando de salir a la vida pública con sus poemas y esa totalmente desusado que firmaran con su nombre hasta ‘Sofía’ que se iba sola de viaje, cosa que no hubiera sido posible o hubiera sido visto como malo, son mujeres que no siguen el canon de la época, pero a la mujer de la actualidad que presentó en la novela sí intenta hacer las cosas de otra manera, de defender, de reflexionar sobre qué es la mujer, qué debería ser, creo que sí podría ser considerada, la novela, como feminista en todo caso”.