Miércoles, 27 de Noviembre 2024

Carlos Slim y Carmen Thyssen reciben los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo

Los galardones reconocen la labor de difusión del patrimonio de los dos homenajeados

Por: El Informador

El empresario Carlos Slim, junto con Carmen Thyssen (a su derecha) y Carmen Reviriego, presidenta de la Fundación Callia. ESPECIAL/EL PAÍS

El empresario Carlos Slim, junto con Carmen Thyssen (a su derecha) y Carmen Reviriego, presidenta de la Fundación Callia. ESPECIAL/EL PAÍS

Todavía quedaba un evento más para los coleccionistas que la pasada semana visitaron Madrid con motivo de Arco y las ferias y exposiciones que a su abrigo transcurren en la ciudad. Ayer se entregaron los Premios Iberoamericanos de Mecenazgo que recayeron en Carmen Thyssen y en Carlos Slim por “su reconocida labor en la conservación, promoción y difusión del patrimonio y el talento artístico en Iberoamérica”.

Estos galardones, impulsados por la Fundación Callia y su presidenta —Carmen Reviriego—, son una incubadora de grandes mecenas en la que los premiados inspiran a los presentes en la ceremonia, una cena de unas 200 personas en el hotel Ritz de Madrid, entre los que se encontraban grandes empresarios que aún no son coleccionistas, “pero pueden llegar a serlo”, aseguró Reviriego en una charla con este periódico; grandes coleccionistas, “que todavía no son mecenas pero que lo serán, es fácil cuando encuentren la suerte de dar”, incide la presidenta haciendo alusión al título de su primer libro de charlas con filántropos; o mecenas que ya lo son.

Reviriego habla sin complejos del papel que juega el dinero en el coleccionismo, dice que hay un falso pudor si no se quiere mencionar y que esto es más frecuente en España que en América, “los americanos son más pragmáticos”, apostilla. “Toda esta gente puede hacer la diferencia: tienen el sentido más profundo y bello del arte pero también tienen esa necesaria parte empresarial”.

La presidenta de la fundación mezcla constantemente los conceptos de tiburón de las finanzas y de sensibilidad y emoción y los hace compatibles, “son lo profano y lo sagrado”, explica. “Claro que la ley de mecenazgo es necesaria, el tema fiscal es importante, pero no es la primera motivación para practicar la filantropía”. Reviriego tiene una manera muy gráfica de definir lo que es el arte: “Es una visita inesperada, una que se queda en el quicio de la puerta esperando que la invites a entrar o no. Tienes que estar predispuesto para dejarla entrar, para sentir esa emoción que te va a provocar”.

Los reconocidos

Carmen Thyssen —que sigue en negociaciones con el Ministerio de Cultura sobre la cesión de su colección en el Museo Thyssen de Madrid—, en la misma línea que Reviriego, ha declarado que lleva 40 años siendo mecenas, dando a conocer su colección, esto casa con la idea de transcendencia. “Como coleccionista privada, siempre me ha gustado compartir el arte con el público porque como siempre digo: los pintores, para mí, no pintan para uno solo”.

Slim ha recibido este reconocimiento por su compromiso social con el arte, ya que a través de la Fundación Carlos Slim acerca la cultura a la sociedad. Un ejemplo es el Museo Soumaya, “con el que queremos hacer llegar el arte europeo a muchos mexicanos que no lo conocen porque no pueden viajar y porque no abunda en otros museos del país”, sostiene el empresario. A los dos galardonados de esta cuarta edición les han precedido Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba; Patricia Phelps de Cisneros; Elena Ochoa; Bárbara Garza; Mayte Spínola Barreiros y Solita Cohen.

El País

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