Como parte del programa de actividades para Guadalajara, Capital Mundial del Libro (GCML), organizado en conjunto por el gobierno municipal y diferentes instituciones culturales, organismos y universidades, este jueves 28 de julio a las 19:00 horas, se transmitió a través de los perfiles en redes sociales de la Capitalidad –no sin algunas dificultades técnicas y una lluvia atípica de por medio– la conferencia magistral virtual “La novela y los idiomas de la verdad”, a cargo del reconocido narrador británico Salman Rushdie.Cuando tocó hablar de sí mismo, Rushdie aclaró que los escritores de su generación (como Ian McEwan o Martin Amis) “sabían desde jóvenes quiénes eran, y en mi caso no fue así, me tomó tiempo descubrir lo que podía ser como escritor y qué trabajo podría hacer. En el principio, lo que intenté fue buscarle un sentido al mundo del que provenía y, al final, creo que mi conclusión fue un viaje de ida y vuelta entre el mundo del que vengo y donde estoy”. La dinámica, con todo, fue conversacional; entre el narrador y algunos periodistas culturales o defensores de derechos humanos en la localidad. Así, de entrada, recordó a Margaret Atwood para referir que si la mentira oscurece la verdad, “la ficción se encamina hacia su encuentro; al final, se parecen, porque son formas de invención, aunque sus propósitos sean contrarios. En estos tiempos, no se me ocurre mejor descripción. Y sin importar la técnica que se elija, nuestro objetivo debe ser buscar la verdad, tan en riesgo en nuestra época”.Acerca de la libertad, el escritor británico aseveró que “para poder crear, el escritor debe asumir que es libre, porque si no es así no puede comenzar; y algunas veces esa asunción es falsa, pero es importante para escribir, porque creo que la única manera de hacerlo es estar convencido de que podemos escribir de lo que nos venga en gana”.En cuanto a la libertad de expresión, apunta el escritor que hablar de ella “se ha vuelto más complicado conforme avanza el tiempo”; en este sentido, agregó, “la situación de los escritores en el mundo, lejos de mejorar ha ido empeorando, cada vez más países los condenan y persiguen. Pero, como sugerí antes, uno debe tomar la decisión de ser libre y escribir desde esa posición, porque lo contrario no es determinante”. Al abordar el fascismo como tema, Rushdie fue claro al decir que es “cauteloso con la palabra, porque creo que se ha sobreutilizado; en Estados Unidos, creo, no se ha llegado a un nivel como el de la Italia de Mussolini, no creo sea el caso, pero sé que hay condiciones previas para que exista. Una de estas condiciones es la destrucción de la creencia en la verdad, persuadir a la gente para que piense que le mienten siempre, de ahí el siguiente paso es declararse como quien posee la verdad, y así se instaura un dictador”.Finalmente, el escritor británico se refirió también al papel cada vez más preponderante de la mujer en todos los ámbitos, consejos para maestros y promotores de lectura, así como la importancia de algunos escritores de lengua española que no sólo influenciaron su obra –como el caso de Rulfo, pues su novela emblemática “es un libro que amo”– sino que le honraron con su amistad, tal es el caso de Gabriel García Márquez o Carlos Fuentes.
