Este viernes 29 de julio, como parte de las actividades del programa de Guadalajara, Capital Mundial del Libro (GCML), el narrador jalisciense Juan Pablo Villalobos presentará, en compañía del humorista, dibujante e ilustrador José Ignacio Solórzano (JIS), la conferencia “La muerte del albur”, una conversación que tendrá lugar en el Museo de Periodismo y Artes Gráficas (MUPAG), en el Paseo Literario Fray Antonio Alcalde, a las 18:00 horas. La entrada es gratuita, aunque el cupo será limitado.En este sentido, para el escritor, que nació en Guadalajara “circunstancialmente, yo crecí en Lagos de Moreno”, la ciudad “una de mis ciudades, trato de revindicar eso, porque soy de varios lugares y uno de ellos es aquí; y venir ahora, cuando está en medio de este evento relacionado con el libro, el objeto más importante de la creación humana (sin exagerar, sí lo creo), pues para mí resulta muy importante”, comenta en entrevista con EL INFORMADOR. Ahora bien, el tema de la conferencia en el MUPAG fue sugerido por Villalobos, “porque creo que las sociedades evolucionan, y todos los discursos evolucionan (el humor es uno de ellos), se van actualizando; y a veces veo ciertas actitudes u opiniones que tratan de reivindicar el humor que se hacía antes, como si no evolucionara, como volver atrás y eso es un movimiento reaccionario, hay que decir las cosas como son”.De este modo, explica el narrador, “y es que hay dos cosas con las que no voy a estar de acuerdo nunca: el reaccionarismo, que es ir para atrás, y el conservadurismo, que es mantener las cosas tal como están. Y yo creo que las cosas deben cambiar, así sea para lo peor, no importa, la vida es cambio. Y aferrarse a cierto tipo de humor que claramente es machista, misógino, homofóbico, discriminatorio, humillante, etcétera, me parece absurdo”. Y en ese contexto es que Villalobos ejerce su oficio, refiere que “para mí lo importante es estar en el presente, lo que supone buscar algo nuevo. En términos creativos, uno puede —como artista, escritor, músico o pintor— encontrar un estilo y quedarse ahí, y si a la gente le gusta, pues pide más de lo mismo. Nos pasa mucho con la música, creo, pues nos puede gustar un grupo y, cuando hace algo diferente, decimos que no. Lo que digo es que, como creadores, siempre tenemos que estar buscando, no quedarnos cómodos y replicar lo mismo siempre”.De este modo, en sus novelas el autor aborda siempre lo que significa escribir, un ejercicio de meta-literatura que “tiene que ver con hacer explícita la conciencia de lo artificial que es la escritura; es un proceso en el que no hay ingenuidad en cuanto a que se escribe de manera espontánea o que las palabras son capaces de representar lo real. La conciencia meta-narrativa tiene que ver con los límites que tiene el lenguaje y los que tienen las estrategias narrativas y retóricas para, de algún modo, poner en crisis o conflicto esas nociones; y que, en mi caso, las hago de una manera auto-paródica, es decir, riéndome de mí mismo, tratando de cuestionar el lugar de prestigio que suele ocupar el escritor o la figura del intelectual”. En estos términos, en la obra de Villalobos el humor es determinante, detalla: “Para mí siempre ha sido una de las estrategias que he utilizado desde mis primeras novelas. Quizá no la comedia en sí misma sino, más bien, la tragicomedia. En mis primeros libros hay temas que no parecerían ser humorísticos —la violencia, la vejez, la desigualdad, la memoria— pero mi intención es buscar el punto de vista o la perspectiva humorística en esos temas”.Y añade el narrador que “en libros más recientes he tratado de encontrar el efecto humorístico en detalles que no dependan tanto de la humillación, por ejemplo, de la burla. Como dijimos antes, el humor debe evolucionar, debe cambiar; y en ese sentido, yo también estoy explorando otras formas de la comedia”. Para saberVive en Barcelona desde 2003. En editorial Anagrama ha publicado todas sus novelas, traducidas en más de quince países: “Fiesta en la madriguera” (2010), “Si viviéramos en un lugar normal” (2012), “Te vendo un perro” (2014), “No voy a pedirle a nadie que me crea” (Premio Herralde de Novela, 2016), “La invasión del pueblo del espíritu” (2020) y el libro de no ficción “Yo tuve un sueño” (2018). Su más reciente novela es “Peluquería y letras” (2022).