La escritora uruguaya Fernanda Trías se encuentra en la ciudad para cumplir una agenda vinculada con el programa de Guadalajara, Capital Mundial del Libro (GCML) y por ello, el gobierno municipal ha convocado a diferentes audiencias en distintos espacios para escucharla, en especial para su conferencia “El cascarón es el mundo” que impartirá el jueves 29 de septiembre, en punto de las 19:00 horas, en el Foro LARVA.En entrevista con EL INFORMADOR, Trías refiere que está contenta de regresar a Guadalajara después de recibir el año anterior el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL): “Ahora me da orgullo ser una de las invitadas para este ciclo, porque se creó un lazo muy bonito con la ciudad a partir del premio y poder estar acá renueva ese vínculo”. Como escritora, señala, “es una fortuna poder entablar un diálogo con quienes leen”, en variados sectores de la sociedad, “y con la posibilidad de poder plantear preguntas sobre cosas que no habíamos pensado; porque es a partir de una conversación que podemos acercarnos y, desde ese acercamiento, podemos entendernos entre personas distintas. Es por estas experiencias que se establecen los lazos que construyen comunidad”.A eso se suma la gran cantidad de jóvenes que desean expresarse a través de la escritura; algo “mágico”, dice la narradora, “yo tengo la suerte de trabajar todos los días con jóvenes que desean escribir, porque soy profesora de Escritura Creativa en la universidad. Es algo maravilloso, y te renueva todo el tiempo el entusiasmo y pasión por la propia escritura, compartir mi experiencia con ellos”.En este proceso, comenta Trías, “creo que los escritores tendemos a ser muy curiosos, porque de esa curiosidad por cosas diversas y misceláneas es que salen las ideas para las historias, lo mismo que de conversar con alguien que cuenta algo. Estos intercambios enriquecen, nos dan material. Pero también diría que la curiosidad es un pilar para el ejercicio de la escritura, lo mismo que la incertidumbre, porque por no entender algo, surge el deseo por comprender algo que no está en un diccionario y te embarcas en la escritura de un libro para hacerte preguntas, encuentres respuestas o no, porque lo importante es la exploración de las posibles respuestas. Porque lo que lleva a escribir es no saber”. Por otra parte, “la investigación es también importante”, cuenta Trías, “cuando hice ‘Mugre rosa’ investigué sobre medicina, lo que representó mucho trabajo, averiguar a fondo, de modo que podía ahondar en un personaje que padecía un síndrome específico, y podía entender el padecimiento desde distintas dimensiones. Lo fantástico de la literatura es que lo engloba todo, desde lo científico hasta lo histórico, pero siempre requiere de lo humano”.Por ese motivo, enfatiza la escritora, “me interesa el intercambio, el diálogo y que me cuenten cosas; sin duda, el trabajo puede ser mucho, siempre, leer autores que hayan abordado el tema, porque un libro no está aislado, se liga a otros y nos permite dilucidar qué vuelta o giro podemos darle a nuestra historia particular”.En una novela, “los eventos le ocurren a alguien, siempre. Si bien yo enfocaba la historia —en ‘Mugre rosa’— en las consecuencias de los eventos macro en las vidas de cuatro personas que no parecen importantes en el mundo, la cuestión es que ese alguien vive su situación de un modo específico y su presencia o ausencia es importante para alguien más. La pandemia nos enseñó que lo que sucede a un tipo que come sopa de murciélago en un rincón del mundo, afecta a otro anónimo que vive en las antípodas. Lo que hace la literatura es agarrar una cifra y lo individualiza, lo humaniza, hace ver que son vidas con pasado, con infancia. La literatura nos pone de relieve a las personas”, finaliza. CT