El público que transite por avenida Manuel Acuña en la colonia Lomas de Guevara, en la zona metropolitana de la ciudad, podrá admirar un mural que fue instalado en una “Tienda Social Value” de OXXO en el domicilio 2548. Esta obra es de Aldo Álvarez Tostado (Nayarit), un proyecto que busca establecer un diálogo con el legado del arquitecto jalisciense Luis Barragán.Esta creación se desarrolló gracias a la vinculación del artista plástico con la Fundación FEMSA y la propia marca de tiendas de autoservicio.El mural se llama “Calle del Bosque (nocturno)” y está hecho con basalto, cantera y paneles de concreto. Está inspirado en un ensayo escrito en 1943 por diversos teóricos de la arquitectura, en el que se habla sobre la continuidad de un lenguaje arquitectónico como clave para hablar de la monumentalidad.Alberto Díaz, coordinador de Curaduría e Innovación de Arte y Cultura en Fundación FEMSA, fue el encargo de coordinar el proyecto. “Primero se hizo un sondeo que realizó Alberto, quien está muy familiarizado con el mundo del arte actual. Él conoce mi trabajo desde hace algunos años, el cual tiene que ver con cómo se construye la idea de país, desde cuestiones geográficas hasta los nombres de los lugares o las fronteras”, comparte en entrevista con EL INFORMADOR Aldo Álvarez.Fundación FEMSA tiene por objetivo impulsar la cultura y trabajar con artistas locales en las comunidades donde tiene presencia, por lo que tomaron la decisión de colaborar con Aldo: “Cuando Alberto propuso mi trabajo al consejo, afortunadamente les interesó: yo le dije que llevo años trabajando en una serie que se llama ‘on monumentality’ que tiene que ver con cómo se construye un lenguaje o una sensibilidad arquitectónica de un pueblo o demarcación determinada, y que para mí siempre había sido un sueño llevar ese proyecto a un formato de arte público”.Y para llevar este discurso al espacio público, al artista le pareció pertinente abordar cómo se ha forjado la arquitectura tapatía y la fuerza que tiene Barragán en ese contexto: “La casa que está representada (en la obra) es la Casa González Luna que hoy es la Casa ITESO Clavigero, que además es un proyecto seminal para la carrera de Barragán, porque en realidad la obra que lo hizo quizá ser celebrado a nivel mundial es la que está en la Ciudad de México, pero es imposible llegar a esa etapa sin las otras dos previas que tuvo: la primera es cuando regresa del Mediterráneo en su primer viaje al extranjero y hace estas casas que tienen un estilo regionalista, y después tiene una etapa súper funcionalista, y luego alcanza la madurez, que son estos pocos proyectos que tiene en la Ciudad de México y que lo terminaron de catapultar”.Aldo destacó que en su mural “hay una escena nocturna, está la Luna, hay un par de estrellas, y la casa que es amarilla en la vida real -Casa ITESO Clavigero-, tiene una escala de grises porque es de noche y son los interiores los que se ven de amarillo, las partes grises están hechas con piedra volcánica que tiene un simbolismo súper fuerte en la arquitectura a lo largo de los siglos en el territorio que hoy conocemos como México, y las partes amarillas son de cantera amarilla de Aguascalientes que también tiene una resonancia a nivel local”; de hecho, recuerda el artista que ese tipo de piedras también la usó Barragán en alguno de sus proyectos.El mural mide 2.5 metros de alto por 4.5 de largo y para el fondo se utilizó un material que se llama viroc, un laminado de cemento y madera. El montaje duró tres días, y participaron seis personas; sin embargo, previamente el desarrollo llevó aproximadamente un mes, resalta Aldo que hasta el momento esta es su pieza más grande y pública dentro de esta serie llamada “on monumentality”, la cual continuará desarrollando, “las demás piezas son pequeñas, que ahora mismo están con coleccionistas, una se exhibió hace poco en la Sala Juan Soriano”. Aldo tiene su estudio en El Santuario de Guadalajara, es arquitecto y profesor en la escuela de arquitectura del ITESO.En pro de la cultura y la sostenibilidadLuis Quirós Sada, gerente de Arte y Cultura de Fundación FEMSA, destaca que desde hace más de 40 años la empresa ha trabajado en pro de la cultura y el arte, pues externa, son un catalizador social que permiten conductas positivas y cambios duraderos beneficiando a las personas en su desarrollo: “Y parte del trabajo que hemos venido llevando a cabo además de contar con una colección de arte itinerante que la estamos presentando de manera continua, pues también hemos venido llevando a cabo algunas otras iniciativas orientadas en el ámbito de la sostenibilidad y como área de Arte y Cultura somos una pieza importante y clave en este proceso”, comparte a esta casa editorialMQ