La novela que escribiera Camilla Läckberg a cuatro manos con Henrik Fexeus, “El mentalista” (Planeta, 2022), resultó un fenómeno internacional, y la secuela de la historia, “La secta” (Planeta, 2023), llega a los estantes de las librerías en lengua española para satisfacer a los lectores que acompañan a estos autores pues, como señaló su casa editora en España, ya han vendido de la segunda parte más de 100 mil ejemplares sólo en Suecia.En “La secta”, la agente “Mina Dabiri” y sus compañeros del departamento de homicidios en Estocolmo investigan el caso de un niño ha desaparecido en un parque infantil, el cual parece compartir similitudes con una investigación anterior. Todo parece un juego ideado por una mente perversa y, dos años después, “Mina” buscará de nuevo al mentalista “Vincent Walder” para llegar al fondo de un asunto que le afecta de forma personal.En cita con medios internacionales, la narradora sueca comenta esta segunda colaboración con Fexeus tras conocerse en una presentación de un libro del segundo; con los años, con una “amistad cercana”, se dieron cuenta que tenían entre manos “una historia tan genial que debíamos escribirla juntos”, por lo que se reunieron “definimos la estructura, las diez primeras escenas y regresamos a casa, cada quien, para escribir”.Como establece Fexeus, “el origen de esta segunda novela” se encuentra en que “quisimos hablar de las sectas porque nos parecen fascinantes, buscamos explorar sus mecanismos y la personalidad de sus líderes; lo que significó un área interesante para ambos”.En palabras de Läckberg, “escribimos de lo que nos atrae y nos apasiona”, de manera que este libro “me hizo ver muchos documentales sobre sectas y sus formas de operación, la sicología de sus integrantes y la influencia que tienen. Y si bien es una investigación que he llevado a cabo por años, con mucho interés, no participamos en ningún culto de este tipo”.Contar historias desde la seguridadEn opinión de la escritora sueca, respecto de una historia donde los niños padecen terriblemente, “he escrito novelas por 20 años; y soy madre de 4 niños. Hay quienes escriben de aquello que les asusta y, en mi caso, me resulta sencillo conocer este temor de que algo les suceda a mis hijos. Es horrible, pero se puede tocar el tema”.Por otra parte, especula Läckberg que el éxito de muchos autores suecos de novela negra y policial se debe a “varios factores”, entre los que destacan que “a la gente le gusta contar historias horrendas desde un entorno seguro, además se escribe mucho aquí, las editoriales reciben toneladas de manuscritos, y el mundo está encantado con la idea de que somos un país que funciona perfectamente, pero después se descubren los problemas”.Fexeus, convencido de que “una acción en la historia no sirve si no produce una reacción emocional en el lector”, tiene claro que les ha sido útil “conocer los procesos de investigación forense, además los departamentos de policía cooperan cuando se les solicita y contamos con un amigo criminalista, así que ¿por qué falsear un aspecto del relato si podemos describirlo con acierto?”.Sobre la polémica en torno a la modificación editorial de los libros de Roald Dahl, Camilla Läckberg explica que “cada libro debe reflejar el tiempo en que se escribió” y, al menos ellos, “no hemos tenido en cuenta el lenguaje inclusivo ni planteado una cuestión política al respecto en las novelas; lo único que perseguimos es escribir una historia y contarla de la mejor manera posible”.Con todo, el libro aborda la situación de la migración en Suecia y el ascenso de la derecha; ante lo cual refiere la autora que “escribimos de lo que nos importa; y la ultraderecha crece en Suecia y Europa, es horrible. El debate existe, pero es un discurso inadmisible, pues el extremismo está mal siempre y es reprobable, no importa como se mire”.Finalmente, con la tercera novela en proceso, los autores se encuentran en plena discusión con distintas compañías productoras para ceder los derechos de esta historia, pero -asevera Fexeus- “tal vez sepamos algo concreto en un mes más”.