Martes, 26 de Noviembre 2024

Aprender de los perros

Lina Palafox invita a realizar un viaje reflexivo a través del comportamiento del “mejor amigo del hombre”, para construirnos más como especie y, así, actuar por el bien común
 

Por: El Informador

Aprender de los perros, escrito por Lina Palafox. CORTESÍA

Aprender de los perros, escrito por Lina Palafox. CORTESÍA

Uno de los grandes obstáculos que ha generado la postergación del término de esta cuarentena mundial tiene que ver principalmente con la moralidad.

Charles Darwin creía que los animales poseen un “poder de autodeterminación”, al ser capaces de elegir un curso de acción en vez de otro. Señaló también que en ocasiones un animal podría debatirse internamente entre sus impulsos instintivos. En lo personal, aunque no he hecho un trabajo científico al respecto, he encontrado que muchos animales, sobre todo los perros con quienes me relaciono a diario desde hace 8 años, “toman decisiones” y son capaces de pensar antes de actuar. 

Por ejemplo, nuestro pastor briard Obi Wan, se abstiene de robar comida de la mesa, aunque Aranza mi pareja, o yo no estemos presentes. Se le cae la baba, mira la comida y pasa por un proceso interno donde se debate si sigue sus instintos de tomar lo que hay en la mesa o esperar a ver si le ofrecemos un poco. A diferencia de Obi Wan, la pastor blueheeler Ethan, cuando de comida se trata, siempre estará dispuesta a hacer lo que sus impulsos desean. Pese a que Ethan sabe más instrucciones que Obi Wan, ha salido en comerciales, la admiran y aprende mucho más rápido, tiene un modo de actuar más individualista, al grado de que se ha llegado a robar la comida completa de los otros cinco perros de la manada.

¿Por qué Ethan y Obi Wan, ambos de especie canina, con educación similar, de la misma familia, con las mismas reglas, actúan tan diferente? El control de los impulsos es un componente importante de la moralidad. Ethan definitivamente sabe autocontrolarse, ha logrado hacer montones de ejercicios y trucos antes de ir por su comida, entiende las reglas del juego, pero cuando no la están viendo ella toma una decisión distinta a Obi Wan, quien a diferencia de ella, le ha costado más trabajo aprender trucos para ganarse bocadillos. Entonces no se trata de inteligencia realmente, si no de moral; es una decisión que está en cada uno de nuestros códigos el querer participar e incluir el bien común en nuestras decisiones, el querer seguir reglas que sabemos están hechas por algo o que podría traer una consecuencia no seguirlas. 

Si la decisión por la que Obi Wan no se come la comida que ve en la mesa, es porque sabe que con paciencia obtendrá un beneficio a su favor y así evitará inclusive que no lo incluyamos en las actividades familiares como ir a un restaurante o dejarlo que esté en la cocina mientras preparamos la comida, o inclusive vernos tristes o molestas porque nos quedamos sin alimentos… Nunca sabré por qué lo hace realmente. En el caso de Ethan que tiene un pensamiento del estilo “más vale pedir perdón que pedir permiso”, quien no mide el alcance o las consecuencias de lo que hace y que esto puede afectar a otros, ya sea porque le da igual o porque ni siquiera lo pensó. Sin embargo, ambos han practicado ejercicios en los cuales les enseñamos que está bien esperar echados a una distancia establecida de nuestra mesa cuando comemos y al final siempre recibirán una recompensa. Cuando practicamos este ejercicio, la consecuencia es que si no cooperan no reciben comida o inclusive los sacamos de la dinámica con un time out que para los individuos sociales es el peor castigo, ya que les impide participar en una dinámica social que te da y agrega beneficios a tu vida como individuo. Por eso hoy que promovemos una educación sin violencia a los niños que no cooperan con las reglas de algo, se les excluye de la actividad o hasta se les envía a la oficina del director o a sus casas.

Comparto esto porque en nuestro caso, hoy humanos del 2020 atravesamos una situación difícil y pienso que los perros, otra especie a la que muchos de nosotros apreciamos, pueden ser un ejemplo de cómo muchas veces la moralidad no depende de nuestra clase social, nivel de estudios o IQ.

Puede tener que ver con el grupo al que pertenecemos, la cultura o prácticas que se viven en nuestro entorno, sin embargo, al final esta decisión moral está en cada uno. El querer cooperar y pensar en los demás es una invitación para que más efectivamente logremos propósitos como comunidad. 

Esta cuarentena los perros tienen mucho que enseñarnos y también podemos aprender a través de ellos para nuestro beneficio como humanos, pero también para ser una mejor especie para ellos.

Los perros no solo tienen capacidad de ser empáticos, de perdonar, de confiar y ganarse la confianza de otros individuos, también de ser recíprocos o ser leales, así como de enseñarnos lecciones de vida. El aprendizaje no es unilateral, ellos a su vez aprenden de nosotros y es necesaria la relación binomio humano+perro para que este aprendizaje exista, se requiere disposición de parte del alumno como del maestro y cambiar de roles a la par. Pues para que las experiencias sean fértiles y se conviertan en lecciones, es necesario que exista la reflexión en uno de los dos individuos. El perro no reflexiona, pero sí comunica y es capaz de tener procesos cognitivos y toma de decisiones donde pone a prueba sus impulsos y su interés por seguir comportamientos que vayan de acuerdo a la moralidad de su grupo. 

Este rico repertorio de emociones, aprendizajes y hábitos de los perros y humanos, hoy se manifiestan de una forma más notoria porque a diferencia de cuando no hemos estado en la cuarentena, cuando pasamos más tiempo fuera de casa que dentro de ella, se complica el reconocer a los individuos con los que compartimos el hogar. Estos días de tener que estar en casa también nos han dado la oportunidad de conocer más sobre nuestros hijos, padres, el sistema educativo, otros cursos, hobbies que desempolvamos y nuestros perros.

¿A poco no en estos días que has pasado más tiempo en casa te has dado cuenta de que tu perro tiene ciertos comportamientos que antes no veías, o que lo ves “mejor portado” porque estás con él, ha dejado de romper cosas, o inclusive has sentido lo que tu perro vive diariamente cuando lo dejas 8 horas o más en casa solo? 

Te dejo algunos ejemplos para iniciar este viaje reflexivo y así también construirnos mejor como especie para poder actuar más en beneficio común y ayudarnos a salir más rápido de esta cuarentena.

1.    COOPERACIÓN: “Haz manada”, aunque tenemos diferentes intereses y situaciones, todos tenemos que hacer equipo. Elige ser parte de, súmate, coopera, colabora, sé solidario, sigue las reglas, hoy tu equipo, tu familia, tu colonia, el mundo, todos, te necesitamos para llegar juntos a la meta. En esta carrera no se trata de ser el más inteligente sino de llegar juntos como manada.

2.    ENTRÉGATE AL MOMENTO. Envidiablemente los perros nos enseñan a aprovechar los pequeños momentos de la vida. Hoy te has dado cuenta que poder salir a dar una vuelta a la plaza con tu familia era más divertido, que tener dinero en la tarjeta para poder comprarte algo. Quizás también estés ahorrando, descansando, meditando, cambiando tus hábitos para bien… Aprovecha el momento, esto es histórico. Los perros saben que cuando algo cambia en su entorno, se requiere prudencia para adaptarse y también buen colmillo para aprovechar el momento.

3.    LIBERTAD. ¿Te habías puesto a pensar cómo se sentía tu perro cuando al salir a caminar quiere oler algo o conocer a otro perro y tener contacto con él y sin embargo verse limitado por una distancia (el largo de su correa)? Ahora que ya sabes lo frustrante que es mantener distancia de otros, espero que lo siguiente en tu lista de cambios sea alargar la correa de tu perro y darle más libertad para hacer lo que sus instintos llaman. 

4.    EMPATÍA. ¿Cómo te has sentido estos días que has estado tanto tiempo en casa? ¿Ahora sabes lo que siente tu perro? ¿Extrañas salir y tener actividades que te mantengan ocupado, salir a los parques y lugares recreativos? Hablar por teléfono o Zoom te ha ayudado quizás, sin embargo ya todos extrañamos las reuniones, el apapacho y el salir de casa. 

5.    NO PROCASTINES. Después de vivir estos días encerrados y limitados sin la posibilidad de hacer lo que amamos, lo mejor que podemos aprender es que a partir de ahora ya no haremos caso omiso a lo que nuestros instintos y deseos quieren. Ya no diremos luego o más tarde porque no sabemos si podremos hacerlo en otro momento. 

6.    SENTIDO COMÚN. No es solo ser el más inteligente si no pensar en el bien común para el beneficio de la mayor parte aunque eso implique sacrificar un poco lo que te viene mejor a ti. Hoy el sentido común se vuelve uno de los skills más valiosos para triunfar como humanidad. 

7.    MÁS “SÍ” Y MENOS “NO”. ¿No te has sentido incómodo todo este tiempo que has recibido más órdenes que posibilidades de hacer algo? Uso obligatorio del cubrebocas, prohibido salir, cierra tu negocio, no puedes ir al trabajo, haz esto, dejar de hacer esto otro y por lo general nos estamos enfrentando a más NO de lo normal. ¿Habías estado en las patas de tu perro, hijo o empleado que escucha más veces un no que un muy bien?

8.    LA DISTANCIA ES SANA. ¿Verdad que ahora que a tu perro no lo acarician todos se porta mejor? Quizás no has experimentado todavía este beneficio pero recomiendo que aproveches que tenemos distancia para que tu perro deje ese hábito indeseado de brincarle a todos que principalmente se genera porque la gente se acerca a él con voz aguda diciendo “qué bonito” y antes de terminar la frase “¿Lo puedo acariciar?” ¡Ya lo están acariciando!

Espero que este texto te acompañe en tu proceso de cuarentena, si necesitas una mano para entender mejor a tu perro o platicar sobre lo que vino a tu mente cuando leíste todo esto puedes escribirme a @linapalafox por DM de Instagram o lina@dogdog.mx 

No pretendo hacer una tesis sobre si los perros o los animales tienen moralidad, para entrar en este detalle, los invito a leer uno de mis libros favoritos “Justicia Salvaje” de Marc Bekoff de la editorial Turner Noema.

Saludogs!
Lina Palafox

SINOPSIS

ESPECIAL

“Lo que me han enseñado los perros”. Le enseñaste a sentarse, a no morder tus zapatos favoritos y a dar la patita, pero ¿alguna vez te has preguntado qué te ha enseñado tu mejor amigo?

Vivir con un perro se parece más a compartir tu hogar con un roomie que a tener una mascota. Cada uno tiene su “perronalidad”: Esa forma de ser que lo hace único y que a ti te dibuja una sonrisa al recordarlo.

La experta en comportamiento canino Lina Palafox comparte diez historias perrunas que te mostrarán la importancia de la confianza, el respeto, la autenticidad, la tolerancia y la responsabilidad.

 ¡Quién lo diría: los perritos pueden enseñarnos mucho más que nosotros a ellos!

TOMA NOTA

Sobre la autora

Soy filósofa, coach canino, fundadora y directora de Dog Dog, escribí el libro “Lo que me han enseñado los perros” de Editorial Planeta. Si quieres conocer a Ethan y Obi Wan visita su Instagram en @Manada_Palafox

JL

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