Los esfuerzos rinden frutos para Ángel Vizcaíno Cortés, joven bailarín que, en representación de la Academia de Danza Doris Topete, se consagró como uno de los mejores exponentes del ballet en los pasados encuentros de Beyond Borders, de Los Ángeles California, y del Global Dance Challenge, en Vancouver, Canadá.Las máximas preseas de oro, plata y Grand Prix fueron entregadas a Ángel Vizcaíno -de 18 años de edad- por presentar una variación clásica y otra moderna sobre el escenario que reunió a cientos de competidores internacionales y que vieron cómo parte de la delegación mexicana arrasó en las categorías más importantes que encaminan a estos nuevos talentos hacia las escuelas y tarimas más destacadas del mundo del ballet profesional.“Además de ganar las medallas, me invitaron para irme de tour durante dos semanas con la compañía de China. También logré una invitación para un concurso en Berlín para febrero de 2020, así como una beca para Portugal”, resalta el bailarín al recordar que desde los cuatro años de edad dio sus primeros pasos en el ballet tapatío.A su regreso y alistando maletas para reincorporarse a sus estudios en la escuela John Cranko Schule, en Stuttgart, Alemania, Ángel Vizcaíno reflexiona sobre el aprendizaje que, forjado bajo la dirección de la maestra Doris Topete, lo ha llevado no solo a llenar su vitrina de galardones, pues las becas y oportunidades de conocer nuevos foros artísticos se han hecho presentes para proyectarlo como una de las nuevas insignias del ballet mexicano con impacto internacional.Al respecto, detalla: “En Alemania hay muchísima competencia, hay estudiantes y profesionales de muchas partes del mundo para hacer audiciones. En este camino importa tu técnica, la expresión artística que tengas sobre el escenario, el método y cómo te reflejas en el escenario”.Ángel Vizcaíno considera que la perfección de su técnica y su carácter sobre el escenario han sido claves para destacar y comenzar a llevar su danza a diversos países como Luxemburgo, Francia, Dinamarca, Canadá, Perú y Alemania, siendo éste último en donde concentra su preparación profesional con expectativas de brincar a ensambles dancísticos en Londres o Berlín, por ejemplo.“Terminando mis estudios quiero conseguir un contrato con alguna compañía europea, irme moviendo a las más grandes e importantes como la Ópera de Berlín, Royal Ballet de Londres o Suecia. Sé que el principio es difícil, soy joven y se necesita más experiencia, pero todo depende de mí, de hasta dónde quiera llegar”.El joven bailarín puntualiza que los logros abonados a su carrera y el impulso de bailarines, maestros y coreógrafos independientes han sido elementales para colocar al talento mexicano en las grandes ligas, aunque lamenta la falta de apoyos gubernamentales que les faciliten el traslado y estancias en el extranjero para aprovechar las becas internacionales que pocos estudiantes logran por cuenta propia:“Creo que en México el ballet no se apoya cómo debería ser, hay mucho talento no solo en Guadalajara, hay ciudades con muchos niños que son muy talentosos y no tienen los recursos necesarios para seguir su formación y avanzar. Hace falta apoyo, nosotros somos los que más premios conseguimos y somos los que menos recibimos, también ponemos el nombre de México en alto”, finaliza el bailarín.